Los dos años de gestión de Martín García en Télam estuvieron marcados por varios traspiés informativos y por una serie de excesos presupuestarios. Fiel a ese estilo de "derroche" denunciado desde el interior de Télam, el ideólogo del "periodismo militante" dijo adiós con un brindis con champagne.
Una fuente vinculada a la agencia de noticias detalló a este portal: "Le pidieron la renuncia desde la Jefatura de Gabinete y ayer por tarde él la presentó. Uno de los últimos actos de García fue reunir a los gerentes que hizo ingresar a Télam y brindó con champagne antes irse antes y aceptar que no era "imprescindible".
Anoche, en el acto de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por los anuncios de Malvinas, este medio se acercó a Martín García y le consultó por una información no confirmada que circuló ayer.
-¿Le pidieron la renuncia desde la Jefatura de Gabinete?
-Yo tengo una larga trayectoria con Perfil.com... Ustedes son los 'cuquitos' del diario Clarín.
Según la misma fuente de Télam, el "cúmulo de errores en lo administrativo, político y sindical fue lo que le costó la cabeza". Es que García, a su vez, estaba enfrentado con los otros dos vocales de la presidencia de la agencia de noticias, Sergio Fernández Novoa y Eduardo Descalzo.
En diciembre, el impulsor del "periodismo militante" en el Estado ya estaba en la cuerda floja y así se lo reconoció a este portal a la salida de la reasunción presidencial. "No sé si sigo en Télam, está en manos de Cristina", arrojó. El lunes 12 de diciembre esperaba un decreto con su remoción, pero el Boletín Oficial no lo mencionó.
La gota que rebalsó el vaso fue la contratación de un asesor contable que había trabajado para la agencia durante la dictadura, Osvaldo Orfila. Por ese hecho, el Sindicato de Trabajadores de Prense (Sitapren) le envió en enero una carta al jefe de Gabinete, Juan Abal Medina, pidiéndole el despido de García. Un mes después, el nuevo hombre de confianza de Cristina procedió con esa solicitud.
Muchas faltas en 25 meses. Apadrinado por Gabriel Mariotto y con el visto bueno Aníbal Fernández, Martín García enarboló una serie de papelones entre 2010 y 2011 que le podían costar la cabeza: el Nestornauta, el salvaje homenaje a Kirchner con insultos a opositores, un cable sobre el caso Noble que fue levantado a las pocas horas, la operación contra Duhalde y las sucesivas revelaciones de excesos presupuestarios.
(*) De la redacción de Perfil.com.