A ocho meses y 22 días del momento en que los fotógrafos de la Policía Científica inmortalizaron la imagen del cuerpo del fiscal Alberto Nisman en el baño de su departamento, el expediente ya suma cuarenta cuerpos y unas 8 mil fojas. Para afrontar la investigación, la Fiscalía de Instrucción Nº 45, a cargo de Viviana Fein, debió ser apuntalada por la procuradora Alejandra Gils Carbó. Un equipo de 14 personas, incluido su hombre de confianza, el secretario Bernardo Chirichella, trabajaron bajo las órdenes de la fiscal, con tres hipótesis: homicidio, suicidio inducido y suicidio.
Sandra Arroyo Salgado, ex pareja de Nisman, buscó apartarla en tres oportunidades, pero Fein fue respaldada por la jueza Fabiana Palmaghini y los miembros de la Corte Suprema.
Se tomaron entre 140 y 150 declaraciones testimoniales, que incluyen a personal de Policía Federal, Prefectura, el secretario de Seguridad Sergio Berni, legisladores nacionales, allegados al entorno del fiscal, personal de la UFI-AMIA, técnicos, la administradora de Le Parc, el cerrajero, el dueño del departamento que alquilaba Nisman y Diego Lagomarsino. En los próximos días declarará el fiscal federal Paul Starc. Hasta ahora se hicieron ocho peritajes: las juntas médica y criminalítisca, la pericia informática –cuyas conclusiones fueron entregadas esta semana–, pericias balísticas, de barrido electrónico, inspecciones oculares, peritajes en las prendas de Nisman y Lagomarsino y el análisis de cámaras de seguridad. Son los elementos que reúne Fein para decir cómo murió Nisman.