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Más problemas para Néstor: ahora, la Justicia investiga si los asesinos de Rucci tuvieron ayuda estatal

La hija del metalúrgico suena como candidata del peronismo disidente. Un juez citó a declarar a un testigo clave en la causa.

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| Cedoc

¿Otro signo del deterioro del kirchnerismo? Mientras el juez federal Ariel Lijo acaba de dar un paso que podría encaminar la investigación sobre el asesinato de José Ignacio Rucci hacia una dirección diferente a la historia oficial del gobierno sobre los '70, la hija del ex secretario general de la CGT, Claudia, suena con fuerza para ocupar el tercer lugar en la lista de candidatos a diputados del peronismo anti K en la provincia de Buenos Aires, inmediatamente detrás del dúo De Narváez-Solá.

Se atribuye a Gerónimo "Momo" Venegas, jefe del sindicato de los trabajadores del campo y titular de las 62 Organizaciones, la jugada para colocar a Claudia Rucci como primera mujer en la nómina de los peronistas disidentes. Claudia Rucci es actriz aunque en los últimos años ha trabajado en la CGT, precisamente como asistente de Venegas.

Con la candidatura de Claudia Rucci, seguramente piensa Venegas en levantar la figura del sindicalista asesinado en 1973 para disputar al kirchnerismo los votos en los bastiones del peronismo, en especial en el crucial conurbano bonaerense. Una disputa entre los herederos de Rucci y los sucesores de los montoneros. Son sólo símbolos, pero la política se nutre de ellos.

Por su lado, el juez Lijo citó para mañana, miércoles, a Manuel Urriza, un prestigioso político de La Plata que fue ministro de Gobierno del gobernador de Buenos Aires, Oscar Bidegain. Lo hizo a pedido de los abogados de la familia Rucci, que quieren explorar la pista de las posibles relaciones entre los matadores del sindicalista y algunos montoneros que ocupaban cargos importantes en la gestión de Bidegain, un estrecho aliado de Montoneros ya fallecido.

Para los Kirchner y sus aliados, asesinatos como el de Rucci no son crímenes de lesa humanidad y, por lo tanto, han prescripto, ya que no fueron cometidos desde el aparato estatal sino por grupos ajenos a esos recursos. Por lo tanto, avanzar en la dirección que ahora podría hacerlo Lijo debe ser lo último que esperan en la Casa Rosada y en la residencia de Olivos.
 

*Editor jefe del diario PERFIL y autor del libro " Operación Traviata, ¿quién mató a Rucci?".