La candidata presidencial por el Frente para la Victoria, Cristina Fernández de Kirchner, apuntó hoy toda su energía política a seducir a los empresarios más poderosos del mundo durante su exposición en el Consejo de las Américas que se desarrolla en Nueva York, donde destacó los “éxitos” económicos de la actual gestión.
“¿Cómo hemos hecho en apenas cuatro años y medio para exhibir estos éxitos?”, preguntó la Primera Dama sin esperar una respuesta. "Es necesario recorrer la historia de las últimas décadas en la Argentina que habla de una suerte de antagonismo permanente entre modelos económicos que parecía que no podían complementarse”, se contestó.
La también senadora por la provincia de Buenos Aires –quien se mostró confiada en ser elegida presidente en las elecciones del 28 de octubre próximo- tentó a su auditorio con la posibilidad de que el año que viene la Argentina vuelva a crecer en su Producto Bruto Interno (PBI).
“Si el año que viene volvemos a crecer, vamos a alcanzar por primera vez en nuestra historia un crecimiento sostenido durante seis años”, enfatizó Fernández de Kirchner.
Críticas a los noventa. Asimismo, la primera dama manifestó que en los noventa “con una economía de transferencia, que crecía en números aceptales y en el marco de la convertibilidad se producía el desplome de la sociedad argentina”.
“Los índices de desocupación (durante la convertibilidad) llegaron a orillar el 30 por ciento y se convirtió en inviable socialmente”, sostuvo Cristina desde el reconocido Waldorf Astoria Hotel –ubicado en Park Avenue- y añadió que esa inviabilidad "produjo la ruptura internacional”.
Defensa al desendeudamiento. Por otra parte, la senadora aseveró que "la política de desendeudamiento ha sido muy fuerte", que puede comprenderse por "una política de desindustrialización que explica el crecimiento de las exportaciones (...) Estamos en un surgimiento de los productores manufacturados", agregó Fernández.
En ese sentido, la candidata oficial destacó la baja de los índices de desocupación, pobreza e indigencia en el país durante la gestión de su marido, el presidente Néstor Kirchner, aunque no mencionó que la transparencia de las cifras que difunde en INDEC están seriamente cuestionadas.
"No podemos decir que Argentina es un paraíso, porque no creo en los paraísos en la tierra", dijo Fernández, aunque añadió que sí puede "exhibir una gestión que ha construido condiciones macroeconómicas en materia de gestión fiscal que permitió articular en forma virtuosa el esfuerzo estatal y privado".
Invitación a inversiones. Al respeto, la Primera Dama dijo que espera hacer de la Argentina un país de expectativas sociales e institucionales, aunque señaló que rentabilidad –que “no es un pecado” debe “llegar al conjunto de la sociedad”.
"Argentina ofrece ventajas muy importantes para todos aquellos que invierten, invirtieron y que lo van a seguir haciendo con ampliación de planes de inversión", recalcó la senadora, que a su vez agregó que la Nación que gobierna Kirchner es "un país en el cual su composición social le da un recurso humano altamente calificado".
Crisis energética. Finalmente, la primera dama volvió a afirmar que el tema energético “es un problema mundial que también está en la Argentina”, del cual el gobierno seguirá ocupándose “permanentemente”.
El Consejo de las Américas en el que disertó Cristina Fernández es uno de los más importantes organismos dedicados a la relación comercial entre los Estados Unidos y los países de América Latina, el cual está auspiciado por una decena de compañías con intereses en la Argentina.
Fuente: DyN y Télam
