El tratamiento del matrimonio homosexual en el Senado entró en un terreno farragoso, donde reinan la incertidumbre y las presiones cruzadas. Ante un escenario de paridad, que seguramente se terminará de definir recién el próximo miércoles en la sesión, el oficialismo está buscando la forma de convencer a los propios que están indecisos o de evitar que voten algunos de los que rechazan la iniciativa. Por otro lado, la Iglesia, principal detractora del proyecto, sigue presionando a los legisladores y organiza una marcha al Congreso para el martes.
El kirchnerismo, decidido desde su cúpula a conseguir la aprobación del proyecto, ya consiguió que dos senadoras que se oponen al matrimonio gay no estén el día de la votación. Se trata de la sanjuanina Marina Riofrío y la santiagueña AdaIturrez de Cappellini. Ambas kirchneristas, fueron premiadas por el Gobierno para ser parte de la comitiva que acompañará a Cristina Fernández de Kirchner en su viaje por China.
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