Días antes del aniversario 41º del golpe que hizo entrar a la Argentina en su etapa más negra, la Justicia dictó el procesamiento del matrimonio que crió como propio a Ignacio Montoya Carlotto, el nieto de Estela Carlotto, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. Aunque el fallo incluye la prisión preventiva , el juez federal Marcelo Martínez De Giorgi decidió que no se hará efectiva ni para el matrimonio de Clemente Hurban (69) y Juana María Rodríguez (66), que crió a Ignacio; ni para el médico jubilado de la Policía bonaerense Julio Sacher, de 80 años, acusado de firmar el acta de nacimiento fraguada el 28 de junio de 1978 en Olavarría.
Tras conocer esa medida, el nieto recuperado número 95, Hilario Bacca, dijo a PERFIL que se siente “muy identificado con lo que vivió Ignacio” y se mostró esperanzado de que si el matrimonio que crió al nieto de Carlotto es declarado inocente, pueda revertir la condena a seis años de prisión que la Justicia dictó sobre sus padres de crianza.
“Me sentí muy identificado con lo que vive Ignacio”, señaló Bacca, quien tuvo que librar una batalla legal para mantener el nombre con el que lo criaron antes de saber su origen. “En el caso de Ignacio, desde el primer momento se habló de que lo había criado buena gente. Mis padres también lo han sido. Por eso insisto en que es muy diferente alguien que sabía de dónde venía un bebé en esa época a alguien que no lo sabía y sólo se dedicó a cuidarlo y darle una familia”.
Hilario sostuvo también que comprende “perfectamente” el “avasallamiento a la intimidad” del que habló el nieto de Carlotto. Y espera que el caso ayude a revertir la condena a seis años de prisión que se dictó sobre quienes él siente sus padres. Por ahora, espera en la Cámara de Casación Penal acepte un recurso de queja que revise esa sentencia.
Procesamientos. El procesamiento del matrimonio que crió a Ignacio Hurban fue por “falsedad ideológica” y “alteración del estado civil de un menor”. La causa se sustanció por el viejo Código Penal, por lo que no habrá juicio oral: se sorteará un nuevo juez, también de primera instancia, que emitirá una sentencia con tiempos más largos que los de un debate oral, explicaron a PERFIL fuentes judiciales.
Aunque en la lista de los posibles jueces aparece María Servini, la magistrada no sería aceptada nuevamente en el caso: ella fue la que investigó la causa inicialmente y la que impulsó la indagatoria del matrimonio Hurban apenas se confirmó la identidad de quien había sido dado a luz en un centro clandestino bajo el nombre de Guido.
La posibilidad de indagar a los Hurban había sido resistida por Estela Carlotto, quien resaltaba que el militar que entregó al nene a la familia ya había fallecido. Sin embargo, para Servini estaba claro que si los Hurban figuraban como padres de Ignacio en los papeles habrían incurrido en delitos y debían explicarlos. Incluso, en una entrevista, aludió al matrimonio como “apropiadores”, lo que cimentó la recusación. La jueza fue apartada a comienzos de 2015 por su colega Martínez De Giorgi, que ahora firmó los procesamientos.
“No sé qué va a pasar si van presos, sería terrible y devastador. Yo estoy plenamente convencido de que deberían estar libres, pero no sé si la Justicia tendrá en cuenta mi punto de vista”, admitió esta semana Ignacio. “Yo los siento mis padres y los trato como tales”, agregó.