Considero que mi generación es la que no murió en Malvinas. La misma que vivió la dictaduracomo una masacre, al momento o a posteriori, con espanto. Evito arrogarme algún derecho como representante de la misma, asumo sí que soy un sujeto aún en conflicto entre dos violencias de Estado: ni la justicia ni la sociedad argentina han hecho un mea culpa de ambas situaciones. A raíz de ello conservamos (y el plural es atinente) un reflujo de saliva al borde del insulto, a través de los fracasos deportivos, políticos, intelectuales y laborales. Si hubiese un habla de los argentinos que sí fuera común a todos sus estratos sociales, la palabra fracaso sería el denominador común, el divisor de toda opinión.
A la vez, más allá de la expoliación económica constante (hoy la deuda externa supera los 275 mil millones de dólares, sin considerar la deuda interna que es incalculable y superior a la externa, porque trasciende lo económico: endeuda al futuro de la población toda), considerando las secuelas irreparables que produce la miseria, existe un 25% de la población que es pobre. La cuarta parte de la población es pobre. En cifras aproximadas: 11 millones de personas son pobres. Es el equivalente a toda la población del conurbano bonaerense. ¿Toman dimensión de su significado?
Esta introducción que indignará a militantes de toda laya, militantes de los últimos quince minutos por cierto, tiene por objeto poner en espacio y tiempo este acto electoral intermedio del día de la fecha. Lo de intermedio es porque por alguna mágica razón política (también de toda laya) los que hoy votaron en La Pampa, La Rioja, Corrientes, Córdoba y la ciudad autónoma de Buenos Aires, lo hacen porque les conviene. Se trata de un voto egoísta, bien personalizado al propio interés regional, con todos los vicios que emana el entramado de influencias sectoriales. Rosendo Fraga, ave de dudosa estirpe voladora, emitió una opinión atinente al respecto: “ganan los que gobiernan”. En sí, lo que este sujeto enuncia es la especulación: gana el que maneja los intereses territoriales. Entonces, ¿por qué se anticipan las elecciones en tantas provincias como ocurrió con Tierra del Fuego y Santa Fe? Se trata, ni más ni menos, de un laboratorio con el orín del macho alfa como previa ante una fiesta retro en un boliche bailable. De alguna mágica manera, esta dispersión del voto actúa como termómetro de unas PASO, las del 9 de agosto, donde se define quién manejará “la caja” del país. La caja es la regulación de la teta estatal, la que alimenta a todo el sistema político, menos al 25% de pobres, porque están fuera de toda fórmula o contemplación.
Vuelvo al primer párrafo, a completar lo que quedó pendiente: si existe algo en lo que no fracasamos es en la continuidad democrática, con todos sus defectos (incluyendo este lapsus permisivo, algo así como un testeo de marketing caradura con el dinero público), porque no importan las fuerzas que anidan en todos los sectores, la democracia predomina como acto de expresión. Que no sirva para remediar la condición de los 11 millones de pobres es otro tema, pero mantiene la esperanza, y eso es útil para administrar la bendita “caja”.
Ahora bien. Usted votó con todo derecho a la expresión. Entonces, polarizar (o sacarse una Polaroid, ¿qué cosa vieja no? Frente a las selfies compulsivas en momentos inapropiados…) resulta un verbo ridículo. Si todas las fuerzas políticas compitieran en un mismo tiempo y espacio, de manera simultánea, en todo el territorio (de manera federal), estarían en juego, en forma real, los muertos de la verdadera militancia que resistió a la dictadura para llegar a los 32 años de continuidad democrática que hoy los corona como candidatos.
La clase política actual está equivocada si cree manipular el voto, por más “gestión” que invoque, terrible eufemismo de hacer bien los deberes. Como nadie puede corroborar la realidad tangible y comprobable, o la importancia de los logros de gobierno, los candidatos quedan en deuda, con todos y todas, vivos y muertos, como víctimas de la representación de sus propios y dudosos “valores”…