La compleja trama del caso Schoklender se encuentra en plena expansión. Día tras día aparecen informaciones que van derribando las barreras de datos falsos con que Sergio Schoklender ha pretendido ocultar una operatoria llena de puntos obscuros a la que han contribuido la falta de controles por parte del Estado y, seguramente, la buena fe de Hebe de Bonafini.
La delicada situación generada por el manejo indulgentemente calificado de desprolijo del plan de viviendas del proyecto “Sueños Compartidos” venía preocupando a la señora de Bonafini desde hace tiempo. Una consecuencia de ello fue la designación de la ex ministra de Economía, Felisa Micelli, quien también deberá dar explicaciones de todas estas anomalías. Es evidente que las soluciones buscadas no se encontraron, por lo, que hace un año, la titular de las Madres se acercó -sin éxito- en procura de ayuda al ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
En medio de todo este desarrollo, se acaba de conocer un hecho que no hace más que agregar sospechas: el Banco Central borró de sus registros la mayoría de los cheques sin fondos emitidos por Sergio Schoklender. Sin embargo, algunos de ellos escaparon a la guadaña del BCRA.
La existencia de estos documentos complica a las autoridades del Banco Central y genera varios interrrogantes, a saber: ¿Hebe de Bonafini njunca fue informada de estas anomalías? ¿Por qué se borraron los registros de los cheques sin fondos que se libraban en relación a la Fundación de Madres de Plaza de Mayo y de la empresa Meldorek? ¿Quién dio la orden de proceder así? ¿Bajo la cobertura de la Fundación, los Schoklender habían montado una mesa de dinero financiada con los fondos del plan “Sueños Compartidos”?
Hebe de Bonafini ha dicho que sabe cosas que no piensa hacer públicas. Grueso error. La Sra. de Bonafini debe hablar ante la justicia. El prestigio y la lucha de las Madres no toleraría ese silencio.
(*) Producción periodística: Guido Baistrrocchi con la contrtibución de Laura Bartolomé