El sinuoso vértigo de la política afectó a la ex vicejefa del gobierno porteño Gabriela Michetti, por eso, los daños colaterales de su renuncia y candidatura todavía la angustian. En silencio, mientras sus padres la esperaban en su hogar de la localidad bonaerense de Laprida, se subió a una 4x4 y se fue a pasar el fin de semana largo a un spa de la ciudad de Paraná. Casi como en un retiro espiritual, Michetti se recluyó en la suite presidencial del Maran Suites & Towers, sobre la costa del río, en las barrancas del Paraná. Llegó el viernes pasadas las 17 y sólo se tomó un tiempo para pasear por el arbolado Parque Urquiza. Después de ese recorrido la orden a los empleados del hotel fue clara: Tranquilidad y discreción, que se cumplió al pie de la letra.
Su lugar fue la suite del décimo piso, por la cual pagó el valor de 735 pesos la noche, la tarifa más cara del hotel cuatro estrellas que cuenta con 46 habitaciones y 20 suites. La candidata a diputada nacional por el PRO ni siquiera se animó a mostrarse en el restaurante o en el spa. Para eso utilizó la posibilidad de pedir los servicios de estética y relajación en su habitación: masajes desestresantes de espalda con piedras calientes, hidromasaje y una sesión de masajes “liberadores”. A eso se le sumó la posibilidad de contar con servicios de estética facial y corporal, manos y pies. Todo para quedar lista para la campaña electoral.
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