En un nuevo capítulo de las disputas entre el Gobierno Nacional del kirchnerismo y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires gobernada por el PRO, la Presidenta acaba de firmar un decreto para que un predio del puerto porteño pase a manos del Estado Nacional, a pesar de que la Ciudad lo reclama desde hace años.
En 1993, el entonces presidente Menem otorgó todos los puertos -hasta entonces federales- a sus respectivas provincias. El único que mantuvo el Estado Nacional fue el de la ciudad de Buenos Aires, y desde entonces el Gobierno porteño reclama su traspaso.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, junto al ministro de Planificación Federal Julio De Vido, firmó el decreto 551/2009 para escriturar a favor del Estado Nacional el predio conocido como Dársena Norte, ubicado entre las avenidas Córdoba, Eduardo Madero, Antártida Argentina y la calle San Martín, en el barrio de Puerto Madero.
El predio está destinado a la actividad portuaria y lo integran también la Dirección Nacional de Migraciones y los astilleros Tandanor. El decreto inscribe un título de propiedad -como se hace con los trámites de usurpación-, algo innecesario a menos que se quiera vender o dar en concesión el predio, según el diario Ámbito Financiero.
Por eso, el PRO organizó ayer un acto de campaña en el puerto -con varios de sus candidatos- para reclamar el traspaso del mismo. La primera candidata a diputada nacional, Gabriela Michetti, cantó "Yo vivo en una ciudad" , el tema de Pedro y Pablo, junto a los también candidatos Fernando de Andreis, Paula Bertol y Daniel Amoroso.
Frente al Río de la Plata, Michetti afirmó que el Estado Nacional recauda 150 millones de pesos anuales por el uso del puerto, dinero que reclama para la ciudad. "Somos porteños, nuestro escudo tiene un barco que viaja por el río y lo increíble es que el puerto no nos pertenece", se quejó, según la agencia de noticias DyN.
Los abogados del Gobierno porteño sostienen que el decreto presidencial no es un obstáculo para su reclamo de manejo del puerto. Pero sospechan que desde el Gobierno nacional "estarían pensando en una concesión o venta, y ahí sí tendrían que enfrentar a la Ciudad", explicaron a Ámbito.
Desde la llegada del macrismo al Gobierno porteño, el 10 de diciembre de 2007, las tensiones con el kirchnerismo han sido constantes, en especial las disputas por el manejo de recursos. Macri suele justificar los problemas de su gestión acusando al Gobierno nacional de impedir el trabajo o manejar -sin traspasar- los fondos necesarios.
Una de las principales discusiones fue porque la Nación se negó a traspasar los fondos de la Policía Federal que funciona en la Ciudad, lo que impulsó a Macri a armar su propia fuerza de seguridad . El Jefe de gobierno porteño también culpa al Ejecutivo nacional por impedir la ampliación de la red de subterráneos, y propuso una difícil red de tranvías callejeros para reemplazarlos.