La CGT conducida por Hugo Moyano envió una nueva carta a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la que ratifica los reclamos sobre la pérdida del poder adquisitivo de los salarios por la inflación, el impuesto a las Ganancias, las asignaciones familiares y la deuda del Estado con las obras sociales, y solicitó una audiencia con la mandataria.
La misiva reclama a la jefa de Estado "lo planteado en la nota del mes de enero" respecto a "las preocupaciones que vienen afectando a los trabajadores y sobre lo cual, hasta el momento desafortunadamente, no hemos encontrado respuestas siquiera parciales".
El texto de la nueva carta señala que "el flagelo del aumento de los precios que se ha producido en el último año, que afecta a todos los argentinos y se ve reflejado constantemente en la remarcación fundamentalmente de los productos más requeridos por la familia trabajadora, no pudo ser reparado por los aumentos salariales obtenidos en las discusiones paritarias". "Esto además, se agrava por el retraso de la actualización de la elevación del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias lo que lleva que cada año más trabajadores vean reducidos sus salarios por este (en la práctica) verdadero impuesto al trabajo", añade.
Según consigna la agencia DyN, la nota sostiene que que "en el caso de las asignaciones familiares, la no actualización de los topes de por si discriminatorios, ha afectado a un número creciente de trabajadores que ven sus aumentos salariales licuados por la pérdida o la disminución (de acuerdo a los montos) de dichos beneficios sociales".
La carta del nuevo Consejo Directivo de la CGT, que todavía no fue reconocido por el Gobierno, sostiene que "la agenda de la CGT fue actualizada y ratificada en la última reunión de Consejo Directivo de la CGT, el pasado lunes 16 de Julio del corriente año".
Moyano detalla los reclamos entre los que se destacan la necesidad de que se "eliminen los techos para el cobro de asignaciones familiares" al calificar la situación actual de "discriminatoria". Sobre el Impuesto a las Ganancias, señala que "en nuestro criterio consideramos que el MNI de ganancias debe tener una relación estable que viabilice su actualización" y plantea que "el mismo debe fijarse en el equivalente a seis (6) salarios mínimos vitales y móviles lo que hasta su actualización significaría 13,800 pesos mensuales".
Reclama a la Presidenta que "la necesidad de arbitrar mecanismos para evitar que trabajadores sigan percibiendo salarios muy por debajo del salario mínimo, vital y móvil, tanto en la órbita estatal (fundamentalmente provincial y municipal), como en la privada por la explotación a que son sometidos trabajadores no registrados, tercerizados, subcontratados o en 'cooperativas truchas'", en lo que pareció una alusión a planes sociales del gobierno.
La CGT hace referencia además a "jubilaciones dignas", y manifestó que "es preocupante la situación de los trabajadores jubilados y pensionados, cuyos ingresos no permiten vivir dignamente luego de una vida dedicada al trabajo".
"Hemos valorado los avances operados desde 2003 en materia de jubilaciones, como así también la extensión del beneficio a aquellos sin posibilidad de jubilarse por la debacle neoliberal" señala pero advierte que "el hecho que casi el 75 por ciento de los jubilados perciba la jubilación mínima y que la misma alcance sólo a 1.700 pesos, demuestra los límites de la ley de movilidad jubilatoria que no alcanza para garantizar un monto digno".
Horas antes, el titular de la CGT volvió a exponer sus críticas a la Presidenta, y hasta dejó claro que no volvería a votarla. Según evaluó Moyano, "sería imposible" votar a la mandataria si se presentara a una nueva reelección, al advertir que en el movimiento obrero serían "masoquistas" si la eligiesen para un tercer mandato.
"Yo no lo haría", aseveró. El líder camionero reiteró que el Gobierno nacional "se encargó de dividir al movimiento obrero, el Partido Justicialista y la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA)".