POLITICA
vive como testigo protegido

Mudan a Fariña a otra dirección “secreta” tras un dudoso tiroteo

PERFIL accedió a la declaración de los hombres que lo custodiaban cuando dispararon frente a su casa. No había sido el primer incidente.

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Valijero. Cree que corre peligro. Antes del balazo, su refugio ya había sido descubierto. | cedoc

Era la 1.07 de la madrugada  del 20 de octubre. Había ido a una consulta con su psicóloga y llegaba el final del día. Estaba con su novia viendo televisión cuando escuchó gritos y un estruendo. Supo que había sido una bala. Sintió que estaba destinada para él. ¿El objetivo? Leonardo Fariña, el primer arrepentido del kirchnerismo, que vive bajo el Programa de Protección, desde que en abril pasado le contó al juez Sebastián Casanello cómo fue la operatoria en “La ruta del dinero K” e involucró a la ex presidenta Cristina Fernández.

Fariña cree que su vida corre peligro. Sobre todo porque días antes del balazo su refugio había sido descubierto. Los hombres del Ministerio de Justicia que se encargan de su seguridad decidieron relocalizarlo. Hay dudas sobre si lo que ocurrió fue un intento de robo o si buscaban a Fariña, pero en la Justicia no puede haber ninguna posibilidad de arriesgarse.

La versión de los custodios. Cinco agentes del Grupo Albatros de la Prefectura Naval Argentina estaban esa noche apostados en dos autos Ford Focus, sobre la calle en donde vivía Fariña. También estaba estacionado en la puerta el Peugeot 308 del protegido. PERFIL no puede publicar los detalles de su ubicación para no perjudicar la investigación, pero se trata de un barrio de casas bajas, con rejas, de la Capital Federal.

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El encargado de la custodia, oficial auxiliar Jonatan Catrín, relató en la causa que a la una de la mañana pasó por la calle un “Focus blanco de la línea vieja” del que bajaron dos hombres. Uno de la parte del asiento del acompañante y otro que iba sentado atrás del conductor. Se abalanzaron “sobre el Peugeot  e intentaron abrir las puertas de la manija”. Alcanzaron a romper el vidrio luneta de la ventanilla.

Tras el incidente, uno de los agentes dio la voz de alto, pero los desconocidos dispararon un tiro con una pistola libre 9 milímetros, se subieron a su auto y escaparon. El tiro astilló el vidrio trasero de uno de los vehículos de la Prefectura Naval.

“Para mí fue un hecho al azar, entiendo que quisieron robarle el auto. Si hubiera sido un atentado contra el protegido, se habrían dirigido contra el domicilio”, dijo Catrín. El cabo Eduardo Bondaz coincidió: “No tuvo nada que ver con el custodiado”. Sin embargo, admitió que cinco días antes hubo un episodio que confirmó que Fariña había quedado expuesto. “Yo no estaba, pero me comentaron que pasó un vehículo por la puerta del domicilio gritando en contra de Fariña”, aseguró. El cabo Rafael Da Silva confirmó que eso había ocurrido el 15 de octubre y que por ello se habían “agregado refuerzos”. “Desde mi punto de vista –afirmó–, no se puede tomar a la ligera” teniendo en cuenta que habría recibido una “advertencia”.

La reacción de Fariña. La advertencia era clara:  “Cuidá bien a Fariña”, le gritaron.  Por eso el ex marido de Karina Jelinek no se convence con la hipótesis de un simple robo.  “Me dijo que escuchó el disparo y se encontraba alarmado. Lo tranquilicé, le dije que estábamos bien, le pedí que se quedara dentro de la casa”, contó el jefe de custodia sobre la reacción del protegido.  

Por orden del Ministerio de Justicia,  Fariña fue “mudado” a otro lugar secreto. Mientras tanto, fuentes judiciales dijeron a PERFIL que Casanello dispuso que la división de Cibercrimen de la Policía Metropolitana analice las imágenes de un domo ubicado a pocos metros de la calle donde ocurrió el ataque para intentar identificar el auto agresor y a los ocupantes. También dispuso que se levanten huellas del auto de Fariña que los desconocidos tocaron.