El gobernador de La Rioja, Sergio Casas, echó este sábado al secretario de Seguridad provincial, Luis Angulo, y al jefe de la Policía local, Luis Páiz. Además, nombró como nuevo ministro de Gobierno, Justicia, Seguridad y Derechos Humanos a Alejandro Moriconi y anunció el cierre durante 30 días de la Escuela de Cadetes, en el marco de la causa que investiga la muerte de Emanuel Garay, un joven de 19 años que fue sometido a un extremo entrenamiento en el colegio de Policía de esa región.
"No vamos a permitir este tipo de hechos", aseguró Casas esta tarde en conferencia de prensa, y agregó: "Motivo por el cual hemos instruido al momento la separación inmediata de todos los integrantes de la cúpula de la Escuela de la Policía. Se ha pasado a su arresto y se ha hecho la denuncia penal correspondiente. La ha hecho el ministro a cargo del área", dijo.
"También hemos apartado al jefe de la Policía y al secretario de Seguridad. A partir de hoy, se está haciendo cargo de la fuerza el comisario Elizondo, y el miércoles tomará juramento el nuevo secretario de Seguridad, De la Fuente, y al nuevo ministro, el doctor Pérez", detalló.
Los hechos. "Mi hermano tenía toda una vida por delante. Ese día, Emanuel empezaba a cursar. Todo ocurrió el primer día en que empezó a cursar. Fue un sueño que terminó en pesadilla", relató hoy el hermano de Garay. A los cadetes "los torturaron, los golpearon, 40 grados y les negaban tomar agua. Al que quería le decían que podía tomar agua, pero de los inodoros. El tenía un sueño, entró a su primer día de clases y 12 horas después estaba en coma", aseguró.
"Lo hicieron entrenar en condiciones infrahumanas. Les negaron el agua y por eso mi hermano cayó desmayado. En ese momento la persona que estaba a cargo dijo esa frase aberrante: 'Si se tiene que morir, que se muera'. Mi hermano quedó entonces inconsciente, tirado bajo el sol de las tres de la tarde, y no recibió ayuda. A la media hora convulsionó y lo ayudaron. Lo llevaron al hospital pero ya entró en coma. Los médicos lo intentaron todo pero no pudieron hacer nada. Contra ellos no tenemos nada que decir", completó el familiar de la víctima.
El último parte médico brindado por el Hospital Vera Barros indicaba que Garay se encontraba "en estado crítico, con pronóstico reservado y un seguimiento de hora a hora". El joven falleció luego de haber permanecido cinco días en terapia intensiva, debido a las secuelas que le provocó un entrenamiento abusivo.
Otros 11 cadetes que fueron sometidos al "baile" también se encontraban hospitalizados por cuadros similares a los de la víctima fatal, pero se encuentran fuera de peligro.
Esta mañana, las ocho autoridades de la institución policial, que habían recuperado la libertad el pasado viernes, fueron detenidas, según consignó la agencia Noticias Argentinas. La causa judicial pasó a ser caratulada como presunto "homicidio" y el gobernador riojano advirtió que hará "hasta lo imposible para llegar a fondo con los responsables".