El ex presidente Néstor Kirchner buscó anoche dar una demostración de fuerza política y se mostró con el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, intendentes y legisladores nacionales y provinciales de la primera sección electoral de la provincia. Fue la reaparición de Kirchner, con el mismo "formato" que usaba en la campaña que lo llevó a la derrota de junio, aunque hay que destacar que sus declaraciones más mesuradas que en campaña. A tal punto llegó su moderación, que hasta se cuidó de ser demasiado duro cuando le preguntaron sobre el campo.
Durante la rueda de prensa, previa a la cena que compartió en el quincho del CEDEM Número 1 del municipio de Tres de Febrero, Kirchner dio muestras de buen humor y evitó críticas o comentarios demasiado ácidos contra sus adversarios políticos, como el vicepresidente Julio Cobos, el ex presidente Eduardo Duhalde y el senador Carlos Reutemann.
Tal vez el momento más duro haya sido cuando dijo "aprovechemos el tiempo para hablar de cosas importantes" (por el tema Reutemann), pero solo apuntó "hay muchísimos candidatos" (en relación a Cobos); y "Me parece bien, el Partido Justicialista es un movimiento democrático", (cuando le hablaron de Duhalde).
Aunque tuvo algún tropiezo, cuando tiró una copa sobre un mantel luego de que se le preguntara sobre las intenciones de Duhalde de intentar presidir el Partido Justicialista, lo disimuló con una mirada pícara hacia la audiencia, en su mayoría periodistas, que se dio cita en el lugar.
Kirchner aceptó todas la preguntas, sin apelar como en otras ocasiones a deslegitimaciones a los periodistas por el medio al que representan, y le respondió un jocoso "alcanzame un diccionario", en la pregunta sobre si el gobierno se "comió un garrón" en la votación de la emergencia agropecuaria para la provincia de Buenos Aires que implicó el veto presidencial al artículo que establecía la reducción de retenciones para 37 distritos del sur bonaerense. Kirchner estuvo flanqueado por Scioli y el jefe comunal local, Hugo Curto, además se pudo ver los intendentes Sergio Massa (Tigre); Raúl Othacehé (Merlo); Alberto Descalzo (Ituzaingó); Andrés Arregui (Moreno)y Graciela Rosso (Luján); los diputados nacionales José Díaz Bancalari, Diana Conti, Dante Dovena, Mariano West, Oscar Landau y María Rico, entre otros.
El ex jefe de gabinete Massa siguió de lejos el discurso de Kirchner, con un gesto serio y casi de aburrimiento, y evitó hacer declaraciones a la prensa, solo se excusó al decir: "Kirchner ya dijo todo".
El ex mandatario llegó al lugar en helicóptero, el cual junto con el del gobernador bonaerense aterrizaron en dos canchas de fútbol existentes en el polideportivo. Luego de la rueda de prensa, Kirchner y el resto de los dirigentes peronistas se dirigieron a un quincho retirado del predio, donde cenaron sin cámaras y con una fuerte custodia, incluso con las cortinas corridas para evitar miradas indiscretas. El salón estaba adornado, igual que en donde habló con el periodismo, con fotos de Perón y Evita y banderas argentinas.
Con respecto al acuerdo AFA - Gobierno por la televisación del fútbol, el ex presidente bromeó con su ya clásico "¿Qué te pasa Clarín?" y luego afirmó que tiene "una sana envidia" hacia la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. "Me hubiera gustado hacerlo a mi", confió.
Un importante legislador nacional negó que en la reunión hubiese negociaciones con los intendentes y la definió de la siguiente manera: "Esto es una clara muestra de poder. Una foto vale más que mil palabras".
Kirchner también fue consultado con respecto a la carrera hacia 2011. En ese sentido, declinó hablar de posibles postulaciones. "Tengo que asumir como diputado. Me estoy preparando para ser un diputado serio y responsable", aseguró. Pero faltaba lo mejor, el detalle que muestra que para el Gobierno nada ha cambiado. Fue cuando le preguntaron de la derrota de junio: "la gente nos pidió más redistribución del ingreso y que profundicemos aceleradamente el modelo".
Fuente: DYN