El ministro de Justicia, Julio Alak, remarcó que a pesar de la apertura al diálogo sobre una eventual reforma del Consejo de la Magistratura la postura del Gobierno es "mantener sin cambios" la composición del organismo, lo que llevó malestar a los jueces, que reclamaron una "cirugía mayor y no una cirugía estética".
El ministro dijo que está dispuesto a escuchar propuestas y transmitírselas a la presidenta Cristina Kirchner, pero confirmó que la orden oficial es no practicar modificaciones a la ley que desde 2006 regula el organismo que elige y sanciona a los jueces, sino "optimizarlo" dentro de ese marco normativo. "El proyecto del Gobierno es mantener la ley y optimizar el funcionamiento", afirmó Alak, en declaraciones a un matutino porteño, aunque sostuvo que desde su función está dispuesto a "escuchar propuestas".
En respuesta, el presidente de la Asociación de Magistrados, Ricardo Recondo insistió este domingo en que "el único efecto" que tuvo la modificación de 2006, durante la gestión presidencial de Néstor Kirchner, fue "perturbar el funcionamiento de la Justicia" por lo que hay que "reformarlo".
"En realidad, nunca funcionó bien y hay que reformarlo", señaló Recondo, al tiempo que cuestionó al Poder Ejecutivo por "no escuchar" la "opinión del pueblo" en las últimas elecciones legislativas. La semana pasada, la Asociación de Magistrados difundió su proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura, en el que propone llevar de 13 a 16 el número de consejeros y cambios en los concursos para cubrir vacantes en el Poder Judicial para "acelerar el nombramiento" de jueces.
La entidad propone en su proyecto incrementar en 16 el número de integrantes del Consejo de la Magistratura (hoy compuesto por
13): cuatro jueces, tres abogados, tres senadores, tres diputados, dos académicos y un representante del Poder Ejecutivo. Incluso, prevé volver al viejo funcionamiento del Consejo, donde un ministro de la Corte Suprema presida el cuerpo. El Consejo es el organismo que interviene en la selección de jueces, promueve su remoción y administra el Poder Judicial, y la ley que lo instaló en 1998 fue modificada en 2006: por aquella reforma, el oficialismo ganó poder de veto y ningún juez puede ser elegido ni acusado sin el voto de al menos uno de los consejeros kirchneristas.
Luego de que Alak se reuniera con jueces de la Corte Suprema de Justicia y se manifestara a favor de introducir reformas en el Consejo, el funcionario salio a aclarar que a la presidenta Cristina Kirchner le parece una "buena ley" la que rige actualmente el organismo, ya que mantiene una representación "equilibrada".
En ese camino, dijo que su tarea para instrumentar el diálogo sobre una eventual reforma será "escuchar, analizar y sintetizar a
la Presidente" las propuestas de la oposición, y si bien dejó claro su negativa a los proyectos para modificar la ley, expresó
que "lo que no se puede es no dialogar".
"Modificar las mayorías no garantiza más transparencia. Yo hablo de medidas reglamentarias para que haya un proceso de selección de jueces más rápido, transparentar al máximo los procesos de destitución y todos los actos", señaló Alak.
Fuente: NA