Mauricio Macri puso ayer en palabras lo que desde hace dos semanas el Gobierno viene batallando, a través de varios frentes, contra un sector de la Justicia federal. El Presidente apuntó directamente sus dardos contra los camaristas Eduardo Farah y Jorge Ballestero, quienes firmaron el cambio de carátula y la excarcelación del empresario kirchnerista Cristóbal López. “Lo peor no es si está libre o está preso, lo peor es que me digan que cambió la carátula, eso es lo que a todos nos enloqueció”, señaló el primer mandatario sobre la decisión de la Sala I de la Cámara Federal, que esta semana fue apelada por la AFIP. “El daño se hizo, estos dos jueces se animaron a hacer lo que hicieron pensando que no iba a haber reacción, pero la hubo”, puntualizó ayer el Presidente en diálogo con Radio 2 de Rosario, en un alto de su descanso pascual en la residencia de Chapadmalal. La embestida contra los jueces de la Cámara Federal porteña comenzó en forma de escrache en boca de varios funcionarios nacionales, que llegó a su punto más alto ayer, con la reacción del Presidente. Y siguió en el Consejo de la Magistratura, donde el oficialismo negocia la salida anticipada del camarista Ballestero. Después de la propuesta de Inés Weinberg de Roca para ocupar el cargo de procuradora, el macrismo impulsa cubrir vacantes en los tribunales de Comodoro Py con jueces que no respondan a la “corporación judicial”. Y ya tiene apuntado varios en juzgados clave. Sobre el fallo que favoreció a Cristóbal López, Macri se mostró ofuscado: “Nos indigna cuando alguien viene a decirnos que una persona que se quedó con lo nuestro, no cometió un delito. Esto es un caso de evasión. Esta gente se quedó con impuestos que no le correspondían, para comprar cosas que encima administraron mal”. La pelea que viene ahora es en qué fuero se tramitará la causa contra López y su socio Fabián de Sousa. Esta semana, la AFIP apeló el fallo de la Sala I de la Cámara Federal. La presentación como querellante por parte del organismo fue hecha par que su fallo sea revisado por la Sala I de la Cámara de Casación Penal. Sobre el recupero por parte de la Justicia de los $ 8 mil millones que la petrolera Oil, propiedad de Cristóbal López, dejó de pagar en impuestos por el expendio de combustibles, y que ya llega a los $ 17 mil millones con los intereses, Macri se mostró escéptico. “Los argentinos hemos perdido casi toda la plata que ellos se llevaron. De esos $ 8 mil millones, que con los intereses son unos $ 17 mil millones, solo se va a recuperar una pequeña parte”, evaluó.
