Instalado en las oficinas del Frente Renovador sobre la Avenida del Libertador, el diputado Diego Bossio es uno de los dirigentes que tejen la estrategia electoral del peronismo alternativo, tal como se hace llamar el espacio que lideran Juan Manuel Urtubey, Juan Schiaretti, Miguel Angel Pichetto y Sergio Massa. El ex titular de la Anses durante el gobierno de Cristina Kirchner se resiste a la unidad con la ex presidenta, pide dejar atrás la polarización y que no subestimen al espacio que hoy aparece como la tercera vía.
—¿Hay espacio para esta alternativa en 2019?
—Estamos convencidos de que sí, que la Argentina tiene que optar por alguien que le diga con determinación para qué quiere gobernar el país, se están dando los primeros pasos en donde se trabajan más las ideas que los nombres. No es una etapa en la que estemos discutiendo nombres. La sociedad tiene mucha bronca, desilusión, frustración, la esperanza de los argentinos está en los niveles más bajos de los últimos 15 años porque el gobierno de Macri no solo fracasó, sino que culmina el año con la inflación más alta desde 1991. Frente a eso, lo que pretenden los gobernadores, Massa y otros dirigentes es decir que hay una alternativa, no hay un único camino como plantea Macri, quien sostiene que el único camino es el ajuste y cerrar con el FMI, y nosotros decimos que hay una forma distinta de hacer las cosas.
—Ese otro camino también puede ser Cristina...
—No podemos estar discutiendo nombres. Acá hay una certeza: Macri ya se largó y nosotros iniciamos un camino en el que hay dirigentes como Massa, Urtubey, Uñac, Manzur, Pichetto o el propio Schiaretti, que mostraron voluntad, algunos más firme que otros. Tenemos un camino muy difícil pero creemos no hay una sola salida y que la salida que nos plantea Macri es un callejón sin salida.
—¿Y la ex presidenta?
—No estamos discutiendo nombres. Cualquier análisis que puedas hacer es desde la especulación y en el plano de lo hipotético. No es que no quiero hablar de nombres, lo que no podemos permitir es que subestimen un espacio político que tiene gobernadores, legisladores. Hay una serie de gobernadores y dirigentes políticos que son opositores, que entienden que la Argentina tiene que plantear una alternativa a Macri, seguramente hay matices y diferencias pero son los primeros pasos que se empiezan a dar, que seguramente van a tener un correlato electoral.
—Una foto hoy no es una alianza electoral segura en nueve meses. ¿El peronismo alternativo tiene a los gobernadores?
—¿Cómo no? Los tiene.
—Muchos de ellos van a desdoblar elección, irán con el kirchnerismo en su provincia y en la campaña electoral pueden recibir a todos.
—Hay gobernadores y dirigentes que se sientan en una mesa y plantean que quieren una alternativa, y esto se va a manifestar de forma electoral. Hay diferencias pero hay un objetivo común para que haya un gobierno distinto a partir de 2019. Claramente, hay un escenario en el que algunos gobernadores adelantan las elecciones, por razones institucionales o electorales, incluso la gobernadora Vidal.
—Hoy se discute si el peronismo debe ir unido o no. ¿Cuál es su postura?
—Estamos discutiendo otras cosas. No es una etapa para discutir ese tema. En noviembre de 2014, el que ganaba las elecciones no era Macri, estaba tercero y cómodo. En marzo se empezó a dar vuelta la historia, por lo cual va a correr mucha agua debajo del puente. Nuestro objetivo es que los argentinos tengan derecho a cambiar el gobierno de Macri. Reducir la política a lo que pretende el Gobierno, que es el pasado o la dicotomía, es una falta de respeto. Estamos en un camino que está lleno de piedras y escollos, que no es el camino más fácil, como quizá lo tienen otros espacios políticos.