Desde las 19.30 más de dos mil personas se congregaron en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires, el conurbano y el interior bonaerense, y en otras provincias, para hacer sonar sus golpes de cacerola y sus bocinas.
Las manifestaciones, organizadas por distintos sitios y redes de internet, no tenía una consigna única, sino que abarcaba reclamos por la inseguridad, la corrupción, el "recorte de libertades" y las "mentiras", según la convocatoria en el sitio Argentinos Indignados.
Además, dicho sitio llamaba a que fuera un cacerolazo "sin banderas" y, especialmente, "sin violencia", luego que algunos trabajadores de medios de comunicación fueron agredidos en manifestaciones de días pasados.
En la Capital Federal, unos 4.000 vecinos se reunieron alrededor de la pirámide de Plaza de Mayo, y otros cientos lo hacían en algunas esquinas de Recoleta y Belgrano. En tanto, los de Olivos se acercaron con sus cacerolas a la zona de la quinta presidencial, y en Mar del Plata se manifestaban frente al Hotel Hermitage.
"No queremos que se vayan todos, queremos que nos escuchen", anticipó el sitio Argentinos Indignados.