Julio De Vido cuenta las horas para llegar al miércoles. Ese día no sólo cumplirá una semana encarcelado sino que será un momento clave: se reanuda el juicio oral por la tragedia de Once, en donde debe responder por su responsabilidad en la muerte de 51 personas en febrero de 2012. El Tribunal Oral Federal 4 exigió su presencia en el debate. Si su defensa no logra impedirlo, fotógrafos y camarógrafos podrán conseguir la ansiada imagen del ex ministro kirchnerista, con esposas, chaleco y casco, que él tanto intentó esquivar.
Ya hubo un primer click. Una foto “robada” con un celular en donde se lo veía caminando por el pasillo del cuarto piso de Comodoro Py 2002, saliendo esposado del juzgado de Luis Rodríguez, tras notificarse de su detención por las causas por Río Turbio y gas licuado. Por esa foto, el subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Juan Bautista Mahiques, ordenó un sumario para detectar al culpable. Los abogados defensores vieron quién fue. Pero a la foto se agregó la difusión de una captura de pantalla con el fichaje del ex ministro y sus huellas digitales en el ingreso al Servicio Penitenciario Federal.
La defensa de De Vido ya pidió explicaciones por esas filtraciones, mientras busca cumplir con el deseo de su cliente de no asistir al juicio de Once el miércoles próximo. “Están jugando a sumar más fotos. Que todos puedan tenerlo en la tapa del diario y en el horario central de los noticieros”, dijeron a PERFIL allegados al ex ministro.
Para la defensa, De Vido no está obligado a ir el miércoles próximo. El TOF 4 no lo ve así. Al día siguiente que De Vido cayó preso, los jueces Pablo Bertuzzi, Néstor Costabel y Gabriela López Iñíguez libraron oficio a los jueces Rodríguez y Claudio Bonadio –los que detuvieron al ex ministro– para que “tengan a bien disponer el traslado” de De Vido “a primera hora del 1 de noviembre” con la intención de “no frustrar la continuidad del debate”. “En caso de que el nombrado se niegue a ser trasladado, se disponga su traslado por la fuerza pública”, escribieron. Una ironía para el entorno de De Vido porque el diputado desaforado ya no puede manejarse libremente.
Según indicaron fuentes judiciales a este diario, los abogados de De Vido plantearon el viernes a última hora un recurso de reposición para frenar su regreso a Py en forma compulsiva. Consideran que se trata de una “decisión arbitraria” del TOF. “El juicio ya ha llegado a una etapa de prueba y el acusado puede hacer uso de su derecho de no estar presente”, insisten.
“Si De Vido no quiere estar presente, está en su derecho. Pero el juicio es oral y debe informarlo en la audiencia”, responden en tribunales. Como hasta ahora no lo hizo, lo esperan el miércoles.
En la última audiencia del juicio, el 11 de octubre, De Vido se sentó en el banquillo. Se negó a declarar, con la promesa de hacerlo más adelante. Cuando le preguntaron si tenía causas penales, dijo “varias”. Nunca creyó que dos de ellas se activarían en tiempo exprés para detenerlo. Si en el juicio de Once lo encuentran culpable, se enfrenta a una condena que puede llegar a 11 años de prisión.