Otro escándalo en Aerolíneas: envió pilotos a simulador en Nueva Zelanda y tiene uno igual en Ezeiza

Aerolíneas Argentinas es una empresa que pierde millones de pesos por día, costo que asumen todos los argentinos y que el Gobierno justifica señalando la importancia, y el orgullo, de contar "con nuestra línea de bandera". Bien, el diario La Nación en su edición de hoy denuncia otro escándalo que afecta a AA, esta vez por el insólito viaje de 15 pilotos y sus esposas a Auckland, Nueva Zelanda, para realizar la instrucción en un simulador de vuelo para Boeing 737-500... idéntico al que la "línea de bandera" posee en Ezeiza.

La onerosa situación encierra un transfondo de viáticos en dólares, celos entre sectores de pilotos y estuvo a punto de terminar en medidas de fuerza, además de haber costado ya la "renuncia" de gerente de Operaciones de la empresa, Daniel Rivas. Todo es tan curioso que, ante la imposibilidad de reemplazarlo, le pidieron al mismo Rivas que permanezca en su puesto por otras dos semanas, aún cuando en los hechos lo hicieron inicial responsable del escándalo.

"Fue una interna de pilotos, como siempre. Renunció Rivas por razones personales", le dijeron fuentes de AA a La Nación. El matutino señaló que se rumorea, sin confirmación aún, que el propio gerente de la flota de AA, Alberto Cárrega, sería otro de los "renunciados". Obviamente se alegarían las consabidas razones personales.

El suceso tiene otro involucrado de importancia. Se trata de Daniel Biró, gerente de Línea 737-500 y hermano de Pablo Biró, secretario adjunto de APLA, el gremio de pliotos que conduce Jorge Pérez Tamayo, el habitual piloto de los viajes presidenciales.

La situación puede resumirse así: el desplazado Rivas acusó a Biró de haber sido quien contrató el dolarizado simulador en Auckland, pero Pérez Tamayo -una voz de peso en AA- salió a defenderlo, argumentando que Biró "está de vacaciones y no se puede echar a alguien que no puede defenderse".

Cuenta La Nación que Pérez Tamayo habló ayer del candente tema con Juan Pablo Schiavi, secretario de Transporte, y con Mariano Recalde, el presidente de Aerolíneas, estrechamente vinculado a Máximo Kirchner. Las presiones, y contactos, de Pérez Tamayo lograron evitar en primera instancia la cesantía de Biró y provocaron el despido de Rivas. El piloto presidencial también habría puesto en el ojo del huracán a Marcelo Reche, gerente de Instrucción de AA, y a la propia gerencia de Recursos Humanos de la "línea de bandera".

"Si hay algún tipo que metió la mano en la lata, yo voy a ser el primero en echarlo de APLA. Pero ésta no me la banco", le dijo Pérez Tamayo a La Nación, explicando que "el simulador de Ezeiza estaba completo, sólo tenía disponibilidad durante la noche, lo que les quitaba a los alumnos más días de servicio". "Se gana más disponibilidad haciéndolo de día en otro lado", fue su explicación. Que Aerolíneas pierda millones de pesos diarios no le pareció un dato a tener en cuenta.

En la nota se señala que los pilotos de ese modelo "suelen quejarse" de que, como ese modelo de simulador existe en el país, ellos "son los únicos" que "se pierden" jugosos viáticos en dólares. Se cita que para ir a Miami, por ese motivo, cada piloto cobraba hace poco unos 10.000 dólares por mes. Auckland es un destino más oneroso aún.

Los Boeing 737-500 de AA son 17, indica La Nación, señalando según especialistas "con un simulador en Ezeiza sobra", para las necesidades de la empresa. El escándalo casi termina en medidas de fuerza. Aunque Pérez Tamayo lo negó, al parecer ante el inicial pedido de renuncia a Biró, todos los instructores de AA habrían amenazado con retirarse. "No hay paros previstos", le dijo Pérez Tamayo a La Nación. Habrá que esperar los nuevos capítulos de esta historia.