El párroco de una iglesia de la localidad misionera de Oberá denunció presiones de "gente allegada al gobierno" provincial para que "no hable más" en sus sermones contra la reelección indefinida que busca el gobernador Carlos Rovira.
El sacerdote Ricardo Buiak está a cargo de la iglesia San Antonio, el principal templo católico de la segunda ciudad en importancia de Misiones.
En declaraciones a la prensa, el sacerdote señaló que "el gobierno dice que con la reforma habrá más caminos, más casas, más educación. Y pienso que es de muy mala leche informar mal a la gente, porque eso es esclavizar. Esto ya es una dictadura y si se reforma la Constitución será peor".
"En las misas aparece gente extraña y uno se siente controlado. Y si bien todavía no hay una violencia real, los aprietes son reales", denunció.
El de Buiak es el segundo caso de amenazas a un miembro del clero misionero en los últimos días, luego de que el obispo de Iguazú Joaquín Piña oficializara su postulación como primer candidato de la oposición a la asamblea convencional constituyente, por el Frente Unidos por la Dignidad, conformado por peronistas, radicales socialistas y una docena de partidos, organizaciones sociales.
El anterior fue el capellán de la Escuela de Cadetes de la Policía, Armando Vera, quien fue desplazado del cargo por manifestarse en contra de la reforma constitucional para habilitar la reelección indefinida del gobernador, que es apoyada por el presidente Néstor Kirchner.
La relación entre la curia y el gobernador se tensó a partir de la visita de Kirchner el pasado 26 de septiembre, cuando el mandatario arremetió contra la Iglesia y sus representantes enrolados en la oposición en Misiones.