"Fernández y Pedraza se encontraban en la sede de la Unión Ferroviaria (UF). Se puede concluir que todos estaban conectados y coordinados en el mismo momento en el que los acontecimientos se desarrollaban", afirmó el fiscal Fernando Fiszer en un escrito firmado el último viernes.
Para el funcionario judicial, el titular de UF, además de estar al tanto de lo que estaba ocurriendo en las vías aquella tarde del 20 de octubre cuando asesinaron a Mariano Ferreyra, digitaba los movimientos de la patota con Pablo Díaz a la cabeza.
De acuerdo a Fiszer, el líder sindical detenido ayer organizó e instigó a su gente a atacar “sin importar los medios” con el único objetivo de “impedir sus reclamos actuales y potenciales”.
Esta fuerza de choque,compuesta por entre 100 y 120 personas, debía desplazar de las vías a los 30 trabajadores tercerizados que las cortaban (entre ellos, el militante del PO) obteniendo a cambio “un rédito económico consistente en asegurar el ingreso de familiares como empleados, así como también la permanencia de mejores expectativas para aquellos que ya fueron empleados”, precisó el fiscal.
El grupo de Díaz se sirvió de una facción de violentos “algunos de los cuales no eran ferroviarios, sino que a la postre resultaron fuerzas de choque dirigidas por Cristian Favale, y se dirigieron a donde estaba Pablo Díaz”, publicó el diario La Nación.
El fiscal tiene en claro que Pedraza y Fernández, primero y segundo en la UF, "tenían conocimiento de lo que ocurría, que se convocó especialmente un grupo de personas lideradas por Cristian Favale, a efectos de agredir físicamente y sin importar lo medios, al grupo de trabajadores ferroviarios tercerizados y a sus acompañantes”.
La última cena. El titular de la CGT, Hugo Moyano y el detenido José Pedraza coincidieron en un asado el lunes pasado en un hotel del gremio de La Fraternidad en el barrio porteño de Congreso y a propósito de la visita en Argentina de dirigentes de la Federación Internacional del Transporte, reconstruyó Ambito Financiero.
En ese encuentro, los presentes dijeron al matutino que a Pedraza se lo notaba algo nervioso, probablemente enterado de lo que vendría y llegó a retirarse temprano, cerca de las 22. A pesar de que el líder ferroviario es del bando de los gordos, Moyano no reaccionó en su contra.