El ministro de Justicia, Germán Garavano, defendió este martes el nombramiento por decreto de dos jueces en la Corte Suprema "en comisión", al advertir que se hizo a través de un mecanismo que "es legal" y "constitucional", pero reconoció que su aplicación "es totalmente inusual".
"El Presidente (Mauricio Macri) optó por resolver esto de un modo rápido para también aventar todos estos intentos de nombres o de generar acuerdos sobre una cosa tan trascendente como son los ministros de la Corte", explicó el funcionario el nombramiento de los jueces Carlos Fernando Rosenkrantz y Horacio Rosatti.
Consultado sobre qué hubiese opinado si la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner hubiera nombrado por decreto a Rosatti (quien fue ministro de Justicia de Néstor Kirchner), respondió con un breve silencio y un contundente: "No lo sé".
Tras la decisión del Gobierno de nombrar por decreto a dos magistrados que actuarán en comisión hasta que los apruebe el Senado, Garavano aseguró que "probablemente estos jueces tengan una tendencia a fallar en contra del Gobierno para que no sea cuestionada la forma en que fueron designados, con lo cual esto implica un riesgo en sentido opuesto (para el macrismo)".
"Sabíamos perfectamente quiénes eran, teníamos muchas referencias, tienen pergaminos intachables, pero no tienen ninguna relación previa con el Presidente ni con el ministro de Justicia de ninguna índole", enfatizó en declaraciones a las radios Mitre y La Red.
El funcionario aseguró que la decisión de nombrarlos por decreto fue del jefe de Estado ante "el pedido de celeridad de la Corte" para cubrir las vacantes en el máximo tribunal y remarcó que "hubiera sido imposible convocar al Senado para que trate por el procedimiento habitual este tipo de designaciones".
En este sentido, Garavano reconoció que los nombramientos se llevaron a cabo de "una forma totalmente inusual", pero insistió en que la herramienta "es legal" y "absolutamente constitucional" ya que "es una cláusula de la Constitución de 1853".
El ministro de Justicia dijo que se aplicó el mecanismo previsto en el artículo 99, inciso 19, de la Carta Magna, porque sino "no quedaba más remedio que esperar varios meses para discutirlo en el Senado con un destino que se desconocía".
Garavano también reveló que le planteó "la rareza y la inusualidad del decreto" a Macri, pero destacó que el Presidente "mostró firmeza y decisión" al designar a los jueces por decreto. Ante los cuestionamientos de la oposición y de un sector del Poder Judicial, el funcionario sostuvo que se discute la forma en que fueron designados Rosenkrantz y Rosatti por "la falta de uso o la falta de costumbre de este mecanismo".
Además, aseguró que los dos jueces designados "estuvieron de acuerdo en que no había otra forma de avanzar con urgencia" y afirmó que más allá del uso de esta herramienta "el Presidente ha mostrado vocación de consenso y va a seguir teniéndola".
También enfatizó que "es inexacto" postular que el Gobierno podría haber convocado al Senado para discutir los nombramientos porque el Presidente lo "instruyó a dar inicio al decreto 222, que por lo menos lleva entre uno y dos meses para reunir todos los antecedentes de los candidatos, hacérselos conocer a la opinión pública, que la opinión pública pueda opinar y recién ahí mandar los pliegos".
"Son dos jueces totalmente independientes, más allá de la forma de designación o de permanencia del cargo. Son dos personas que aunque estén en comisión no van a hacer lo que le pida el Gobierno", señaló el funcionario, quien precisó que "si no se aprueban (las designaciones en el Senado) o finaliza el periodo de sesiones del Congreso sin ser aprobados ellos caen de sus cargos y se abren nuevamente las vacantes".