Desde Rosario
Igual que en diciembre de 2012, Rosario y Villa Gobernador Gálvez, la ciudad lindera del sur santafesino, fueron epicentro de saqueos a supermercados chinos en la madrugada del miércoles.
Ayer quedaban aún 42 de los 79 detenidos tras enfrentarse con la policía provincial.
El propio gobernador de la provincia, Antonio Bonfatti, y el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, confirmaron que “se trata de actos organizados y que se podrían relacionar con organizaciones delictivas”.
Pero hasta el momento no hay pruebas que avalen la organización de estos hechos a bandas ligadas al narcotráfico, como muchos funcionarios deslizaron.
“Sí confirmamos que había información y que el gobierno tenía el conocimiento previo de posibles corridas. La policía hasta tenía preparado un organigrama para este tipo de hechos”, dijo el fiscal de Cámaras de la Justicia provincial, Guillermo Camporini, quien sigue de cerca los acontecimientos.
El delito cambió su tipificación: de robo agravado calificado –por haber actuado en un poblado y en banda– la Justicia lo modificó ayer a “robo agravado, pero calificado como hurto calamitoso, es decir que la víctima no pudo defenderse ante lo que estaba sucediendo porque se le impedía su accionar y la pena va hasta los cuatro años”, detalló Camporini, quien remarcó que hasta el momento no se pudo comprobar en las filmaciones coincidencias de los detenidos con los imputados en los saqueos de 2012, que terminó con cuatro muertes violentas. Tampoco hay pruebas sobre los trascendidos de ofrecimiento de dinero a las personas que actuaron, aunque “podría haber novedades en las próximas horas”, según señalaron a este diario fuentes vinculadas con la investigación judicial de los hechos.