A las pocas horas del anuncio del futuro gabiente nacioanal de la presidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner, de distintos sectores de la oposición se comenzaron a escuchar fuertes críticas contra las designaciones o continuidades, en particular contra los actuales funcionarios sospechados de corrupción o de irregularidades cometidas en la función pública.
La titular de la Coalición Cívica , Elisa Carrió, sostuvo que "permanecen los ministros más corruptos de la gestión anterior con lo cual ni la calidad institucional ni la falta de transparencia van a ser modificadas, sino que, por el contrario, estaremos frente a una situación de agravamiento de los problemas morales, institucionales, de distribución del ingreso, violencia e inseguridad que tiene el país".
"Quedó demostrado que la campaña basada en el cambio que hizo el kirchnerismo no ha sido otra cosa que una campaña de imagen para la continuidad de lo peor", concluyó la ex jefa del ARI.
El derrotado candidato presidencial por UNA, Roberto Lavagna, ex ministro de Economía aseveró que "es un no-recambio y hay demasiada continuidad". Y alertó sobre el nombramiento de Martín Lousteau en Economía: " Hay muchos riesgos de que las cosas se parezcan demasiado a lo que vivimos hasta ahora".
Su ex compañero de fórmula, el senador radical Gerardo Morales, se lamentó de que "la Presidenta electa haya elegido seguir con lo mismo". "El anuncio del nuevo gabinete sólo muestra que sigue en pie la lucha interna entre De Vido y Alberto Fernández", añadió el titular de la UCR.
El senador y presidente del Partido Socialista (PS ), Ruben Giustiniani, dijo que "no hay novedades. Este cambio de gabinete expresa la continuidad de las políticas económicas sociales que se vienen a aplicando".
Adrián Pérez, diputado nacional electo por la Coalición Cívica y hombre de confianza de Carrió explicó que "se da continuidad y cobertura a un funcionario totalmente cuestionado y sospechado como De Vido para que siga gestionando los negocios oscuros del Gobierno nacional".
Otro senador radical, el mendocino Ernesto Sanz también rechazó la formación del nuevo plantel de ministros de Fernández. "Patentizar a las figuras de Alberto Fernández y Julio De Vido es la muestra más clara de la continuidad de un modelo de construcción política y económica. Son los ejecutores de la raíz del modelo kirchnerista".
Por su parte, el diputado del bloque Justicialista Nacional Jorge Sarghini advirtió que "el nuevo gabinete es más de lo mismo. Muestra claramente que el gobierno de la esposa del Presidente es una continuidad del gobierno del marido".
Además, el ex candidato a gobernador bonaerense por la fuerza que postuló a Lavagna a la presidencia afirmó que "el ministerio de Economía ya está profundamente debilitado y las decisiones se toman más allá de quien sea el ministro, el ministro de Economía es el propio Presidente. Este nuevo gabinete expresa en todo sentido, y en particular en lo económico, una continuidad".
Desde la mesa nacional de la Coalición Cívica, la radical Margarita Stolbizer opinó que los 13 ministros y funcionarios anunciados por Alberto Fernández son "un continuismo de poder concentrado, autocrático, hegemónico y descontrolado".
Y agregó que "el anuncio oficial del futuro gabinete de la senadora, primera dama y presidenta electa demuestra que los Kirchner constituyen una férrea sociedad política y matrimonial que se extenderá después del 10 de diciembre".
"No hay demasiadas sorpresas, será el mismo gabinete de Kirchner, Néstor y no habrá cambios sustanciales. La confirmación de unos cuantos miembros del Gabinete también expresa esa misma concepción, sobre todo cuando sigue adjudicando al ministro De Vido el ejercicio de los superpoderes en materia de obra pública".
Fuente: DyN