POLITICA
La pulseada del 25 de Mayo

Para los organizadores del acto oficialista "en Salta hubo casi tanta gente como en Rosario"

Insisten en que escucharon a Cristina "150 mil personas". Para la policía, fueron 45 mil y Defensa Civil habló de 60 mil asistentes. Camioneros protagonizaron los únicos incidentes. Galería de fotos

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| Tlam

Los organizadores del acto oficial por los festejos del 25 de Mayo realizado en Salta insistieron en que fueron 150 mil los participantes, en un claro intento por minimizar las obvias diferencias con la multitud reunida por los ruralistas en Rosario, aunque la policía local y otras fuentes desbarataron esa intención al informar cifras mucho menores.

La estimación policial habló de 45 mil manifestantes en el acto encabezado por la presidenta Cristina Fernández, en tanto que los encargados del operativo de emergencias, elevaron esa cantidad a 60 mil personas.

Tampoco fueron coincidentes la cantidad de micros que según los organizadores llegaron a Salta desde distintos puntos del país. Los más entusiastas contabilizaron 800 ómnibus, pero el registro del peaje de acceso solo reportó el ingreso de 280 de esos vehículos.

La ciudad de Salta tuvo hoy una jornada similar a la que vive cada mes de setiembre, cuando se realiza la fiesta en honor de sus santos patronos, el Señor y la Virgen del Milagro. En este caso, no se trató de peregrinos en procesión, sino de miles de personas que colmaron plazas y paseos públicos y que al igual que ocurre con la fiesta religiosa, habían llegado desde Buenos Aires, Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, La Rioja, Catamarca y Jujuy, entre puntos del país.

El parque San Martín resultó chico para albergar los micros de gran porte, que en una caravana interminable rodearon y colmaron todo su perímetro. Militantes de organizaciones barriales de la provincia de Buenos Aires tuvieron albergue en dependencias del Ejército, en tanto que otros pasaron la noche en clubes y complejos sindicales. Algunos matizaron la espera del acto con asados improvisados en plena calle, para otros, sólo se dispusieron sándwiches y gaseosas.

En tanto, el aeropuerto Martín Miguel de Güemes tuvo desde la mañana la constante llegada de aviones de pequeño y mediano porte, trayendo a gobernadores y funcionarios. Por esa vía arribaron, entre otros, los mandatarios Gildo Insfrán (Formosa), Jorge Capitanich (Chaco) y Walter Barrionuevo (Jujuy). La llegada del Tango 01, con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y parte de su gabinete, se produjo cerca de las 12.30. Desde allí, algunos integrantes de la comitiva se trasladaron en dos helicópteros hacia el campo de juego de la cancha del Club Gimnasia y Tiro, desde donde se dirigió directamente hacia la Catedral salteña para participar del Tedeum, que estuvo a cargo del arzobispo local, monseñor Mario Cargnelo.

Tras la ceremonia religiosa, la Presidenta caminó unos 50 metros hasta el Centro Cultural América donde recibió saludos protocolares para luego compartir un frugal almuerzo con un reducido grupo de invitados, entre ellos el mandatario provincial y su esposa. En otras dependencias, los funcionarios trataban de averiguar discretamente cómo se desarrollaba el acto del campo en Rosario. Públicamente, los que accedían a dar entrevistas, como el ministro de Justicia, Aníbal Fernández, minimizaban su interés por la movilización rural y aseguraban que "de ninguna manera se trata de una pulseada ni de medir fuerzas".

En tanto, en el acto del monumento al General Martín Miguel de Güemes, un grupo de militantes del Sindicato de Camioneros trataba de encontrar una mejor ubicación frente al palco. Hubo apretujones, insultos y golpes, pero todo no duró mas de 10 minutos, aunque sirvió para interrumpir el recital que Los Nocheros brindaban en ese momento y que siguió luego sin que se repitieran los incidentes. La jornada se había empañado con la muerte de un hombre de 54 años, que había llegado desde Santiago del Estero y que falleció por un paro cardiorrespiratorio. Tras los discursos del gobernador y la Presidenta, que no insumieron más de 30 minutos, el grueso de las columnas se desconcentró tranquilamente, mientras un grupo prefirió quedarse a escuchar los números artísticos que aún no habían concluido.

Fuente: DYN