Tras la reunión que mantuvo con los gobernadores en el Consejo Federal de Inversiones, la CGT ya tiene delineado su próximo paso para fortalecer su armado electoral: las regionales de la central obrera de cada provincia comenzarán un trabajo articulado con los mandatarios para explorar nombres potables, capaces de integrar listas electorales del año próximo.
El principal colectivo sindical del país, a través de los denominados gordos e independientes, siente desde hace tiempo que el sindicalismo dejó de ser un factor de poder para ser solo un apéndice de presión. Ante PERFIL, por lo bajo, un integrante de la mesa chica de la calle Azopardo lamenta que los accionistas del Frente de Todos no los hayan considerado en 2019 ni en 2021, por varios motivos.
“Falló la política, el contexto no lo permitió y al gremialismo le faltó fuerza para discutir lugares en las nóminas del oficialismo”, reflexionó el dirigente, dispuesto a dar vuelta la página de cara a 2023 con la construcción de la Mesa Nacional Político Sindical Peronista. La herramienta, desde sus cimientos, que se vieron el último 17 de octubre con un acto en el estadio de Obras Sanitarias, al que no asistió el moyanismo, buscó feeling en los movimientos sociales afines al oficialismo, como el Evita, y en los gobernadores del PJ.
Para los protagonistas de este armado gremial, es hora de que los hombres y mujeres que conducen Ejecutivos provinciales tomen un rol preponderante en los próximos pasos del FdT, por su capacidad de gestión, de diálogo y, sobre todo, ante la decisión de Cristina Kirchner de declinar una postulación, algo que quedó en claro en el cara a cara que se dio en el Centro porteño entre las partes el último lunes.
En ese ámbito, además de intercambiar miradas sobre la coyuntura, existió una coincidencia para el futuro: a partir de febrero, las regionales de la CGT con las gobernaciones fortalecerán conversaciones para definir los apellidos que van a figurar en las boletas. Bajo ningún punto de vista, dicen allegados de uno de los caciques gremiales, se puede tolerar que las decisiones pasen “pura y exclusivamente por el dedo de alguien”.
Con ese marco, prometen que el kirchnerismo será un actor más en una mesa de debate, en pie de igualdad con otros sectores. La idea, no obstante, no termina de convencer a uno de los intendentes peronistas del Conurbano identificados con la titular del Senado y de diálogo con la primera línea de la calle Azopardo. Desde su visión, el movimiento sindical debe tener su lugar en papeletas pero también pide que la dirigencia que representa a trabajadores muestre acción: “Ojalá que empiecen a laburar, que hagan política”. “Tienen que dejar de hablar desde atrás de un escritorio, quieren lugares y no tienen nombres”, disparó un hombre que luce convencido de que la exmandataria será protagonista de las decisiones de la coalición.
Del lado del gremialismo, no preocupa la discusión de figuras. Básicamente, como mencionó en declaraciones radiales esta semana el referente del sindicato del Seguro, y secretario de Prensa del principal colectivo sindical, Jorge Pino Sola, porque primero se deben buscar soluciones a los problemas que aquejan a las bases. Después, será momento de “saber quiénes son los hombres y las mujeres que las van a llevar a cabo en cualquier jurisdicción”, recalcó. Y dejó el siguiente mensaje: “En la coyuntura que viene hay que hacer el mayor esfuerzo posible para que los trabajadores estén representados y vamos hacer lo imposible para que el gobierno sea del signo nuestro”.