POLITICA

Para Verbitsky, CFK es "contradictoria" en materia de Justicia

El periodista y presidente del CELS criticó los discursos políticos sobre "democratización" judicial.

Horacio Verbitsky, director del Centro de Estudios Legales y Sociales.
| Cedoc

El director del Centro de Estudios Legales y Sociales acompañó en muchos casos la opinión del oficialismo en materia de derechos humanos, al tiempo que atacó la gestión sciolista. Sin embargo, la ONG por él dirigida mantuvo una crítica constante sobre la Justicia, los sistemas penitenciarios y el sistema democrático.

En la presente entrevista realizada por la agencia de "periodismo militante" Paco Urondo, Horacio Verbitsky brindó su punto de vista sobre distintas aspecto que afectan la inseguridad.

Sobre la posibilidad de "democratizar la Justicia" y el accionar de los jueces -tema muy presente en el discurso cristinista-, el director del CELS dijo: "El otro día, Zaffaroni (...) dijo que las medidas cautelares en temas civiles, comerciales o contencioso-administrativos, como las que paralizan la Ley de Medios o la recuperación del predio de La Rural, son el equivalente de las prisiones preventivas en los juicios penales. Es decir que la detención de una persona sin condena es también una medida cautelar, tiene el mismo sentido, y realmente desvirtúa absolutamente el sentido de la Justicia".

Y remató: "Esto es un capítulo fundamental de la democratización de la Justicia, que lamentablemente no está en la agenda política: la misma Presidente que dice que hay que democratizar la Justicia, dice que los jueces dejan salir a los presos. Es un mensaje completamente contradictorio".

Sobre el presunto garantismo que habría sido adoptado por un sector de la Justicia, opinó que "no hay tal garantismo". "Si por un lado se va a equivocar el análisis, planteando que hay un exceso de garantismo cuando no es esa la realidad, y por otro lado se va a estigmatizar y a perseguir a los jueces que sí aplican las reglas como se debe, el tema de la inseguridad no va a poder ser atacado seriamente, va a ser nada más que un ataque retórico, al estilo Scioli cuando dice 'yo combato la inseguridad' o 'mi enemigo es la droga', cosas absolutamente abstractas, que no significan nada, agravadas por estas frases de la Presidenta sobre los jueces que dejan en libertad a los presos que tienen que estar detenidos", lanzó Verbitsky.

Respecto de la "inseguridad", manifestó que "tiene que ver con grados de descomposición social en algunos sectores de las fuerzas encargadas de la seguridad", y "este es un problema que no se puede encarar desde un sólo ángulo". "Hay instituciones judiciales, hay instituciones de seguridad, hay instituciones penitenciarias, y todas deberían funcionar en un sentido distinto al que funcionan", dijo.

El director del CELS ejemplificó: "Tenemos problemas muy serios por los cuales las instituciones que teóricamente deberían garantizar la seguridad son una fuente de inseguridad, y esto en más de un sentido. En estos días estamos viendo en Santa Fe la connivencia de las máximas autoridades policiales de la provincia con organizaciones dedicadas a la comercialización ilícita de sustancias prohibidas. Esto ya era muy conocido en Buenos Aires, ahora vemos que también ocurre en Santa Fe."

Por último, sobre la situación a nivel penitenciario, expresó que hay cárceles en las cuales "de ninguna manera cumplen con el paradigma constitucional de ser sanas y limpias". "No son para seguridad sino para mortificación de quienes están allí. Y hay además un manejo de la conflictividad interna muy violento por parte de la institución penitenciaria, que luego se vuelca a la calle. (..) La cárcel es la villa con rejas, y la villa es la cárcel sin muros. Hay una continuidad de problemáticas".

"Hay provincias que están absolutamente desbordadas en su capacidad penitenciaria. Siempre son casos vinculados con una forma de gestión del conflicto interno, en la cual una parte de la población privada de su libertad actúa como colaboradores, forzados o 'voluntarios' (siendo esta una expresión eufemística, porque no les queda otro remedio), de la institución penitenciaria para el control del resto de los internos. Se acaban de cumplir cuatro años de la desaparición de Luciano Arruga; se han cumplido dos años del asesinato de dos chicos en el barrio La Carcova, también en San Martín. Estos aniversarios son de alguna manera puntos emergentes de estas situaciones que estamos describiendo. En el caso de Arruga, además, está claramente demostrado que su desaparición tiene que ver con la negativa de él a trabajar para la policía en hechos delictivos. Y este me parece que es un punto central de la problemática de la seguridad", concluyó.