El sindicalismo cegetista volverá a las medidas de fuerza el próximo jueves con un cese de actividades, entre las 4 y las 7 de la mañana, de 22 gremios del transporte. La medida afectará a trenes, colectivos de corta y larga distancia, vuelos, actividad portuaria y camiones. La decición de parar llegó tras una reunión con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, donde no hubo respuesta al pedido por un gesto en Ganancias que llevó Juan Carlos Schmid junto a otros siete secretarios.
Según dirigentes de este espacio, se evitó un paro de 24 horas para lograr consensuar las posturas de los distintos sindicatos, entre los que se cuentan gremios que mantienen una fuerte afinidad con el oficialismo. “Venimos de representaciones alineadas en dos CGT distintas, y fue necesario conciliar las posiciones de todos los sindicatos”, explicó uno de los principales armadores.
La medida no sólo apunta al Gobierno. También lleva un mensaje interno hacia los sindicatos más grandes que podrían hegemonizar el proceso de unificación. Omar Maturano explicó a PERFIL que “nadie puede discutir por los gremios del transporte”. Y remarcó: “Estamos cansados de que otros hablen por nosotros”.
Otro secretario, que pidió reserva, remarcó que la medida buscaba mostrar que, más allá del número de afiliados, el poder de fuego sindical está en el transporte: “Nosotros somos la infantería”, indicó. Los sindicalistas presentaron su protesta como “asambleas de trabajadores”, algo que les permitirá evitar una conciliación obligatoria. En los hechos, funcionará como un paro de tres horas y los servicios se restablecerán a partir de las 7. “Quien deba estar en su trabajo temprano este jueves, deberá ir avisando que llegará más tarde”, explicó Schmid.