El gobierno santafesino quedó paralizado en una telaraña de tironeos y reproches cruzados con la oposición. Prácticamente desde que asumió, el 10 de diciembre pasado y tras 12 años de gestión socialista, el peronista Omar Perotti busca que le aprueben un paquete de emergencias: económicas, en seguridad, sanitarias, alimentarias y administrativas. Uno de sus objetivos centrales es que le permitan endeudarse por más de 40 mil millones de pesos, en el contexto de una situación fiscal en rojo.
El Frente Progresista, sin embargo, se resiste con firmeza. Y si bien Perotti consiguió que el Senado le apruebe el proyecto el jueves pasado, los socialistas y radicales no cambiemistas harían valer su mayoría en la Cámara de Diputados. En concreto, no acompañarán el paquete que se votó con lo justo en el Senado. A lo sumo, están dispuestos a conceder un endeudamiento para gastos corrientes por 22 mil millones. Ese fue el dictamen de minoría que impulsaron en la Cámara alta.
El choque con el paredón opositor sería un déjà vu de lo ocurrido a fines de diciembre, cuando el oficialismo logró el aval del Senado, pero se topó contra la mayoría del ex gobernador Miguel Lifschitz. Actual presidente de la Cámara, Lifschitz lidera un bloque de 28 diputados, sobre un total de 50 bancas.
En caso de darse ese desenlace más que probable, Perotti retomaría su argumento preferido: el de los palos en la rueda, puestos por el socialismo que no se termina de acostumbrar al despoder. Pero con algunas desventajas: lo haría a más de tres meses de haber asumido, con un desgaste acelerado en la imagen del gobierno, y tras la acumulación de más de cuarenta asesinatos solamente en Rosario.
El ministro de Seguridad, Marcelo Saín, es uno de los dirigentes que más caro pagaron el costo, en parte por su perfil altísimo y algunas declaraciones que habilitaron una lluvia de críticas por parte de la oposición. El jueves a la noche se realizaron cacerolazos en veinte puntos de la capital provincial.
Además de las protestas sociales y los cuestionamientos socialistas, Saín sufre el fuego amigo. El proyecto aprobado en el Senado, llamado de necesidad pública, tuvo una poda en el rubro de la emergencia en seguridad. El propio oficialismo le volteó cuatro puntos pretendidos por Saín. Uno era que el ministerio manejara los gastos reservados de la policía, en vez de que lo hiciera cada cuerpo de forma autónoma. ¿Motivos? Existe una puja entre el ministro Saín y el bloque peronista conducido por el senador Armando Traferri.
“A la UCR y al Frente no le pueden decir que no quiere colaborar con el Gobierno, tienen a disposición las herramientas para que arranquen de una vez a gobernar y ejecutar las políticas que se comprometió con los santafesinos”, afirmó ayer el diputado Maximiliano Pullaro, jefe del bloque de los radicales.
Fue un anticipo de lo que vendrá, quizás el jueves próximo, en Diputados: el espacio de Lifschitz rechazará el paquete al que aspira Perotti.
A cambio, propondrán un endeudamiento de 22 mil millones, más tres programas por 7 mil millones para la emergencia alimentaria, en salud y seguridad. Esa fue la iniciativa que tuvo despacho de minoría y podría ser aprobada en Diputados. De concretarse ese vía, Perotti deberá definir si se conforma con ese monto, una vez que el proyecto vuelva al Senado.