Desde temprano, los palcos del Congreso de la Nación se colmaron de militantes ultrakirchneristas e invitados infaltables para seguir de cerca el discurso de Cristina Fernández de Kirchner durante la inauguración de las 132º sesiones ordinarias.
Uno de los primeros en llegar y en sentarse en primera fila fue el piquetero Luis D´Elia, quien estuvo muy atento a cada palabra proferida por la presidenta de la Nación.
Poco tiempo después, también arribaron las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que se ubicaron en dos palcos separados: por una lado, Hebe de Bonafini y, más lejor, Estela de Carlotto.
A César Milani, el cuestionado jefe del Ejército, también se lo vio atento, sonriente y aplaudiendo cada medida que comunicaba la Presidenta.
Fernández de Kirchner ingresó al recinto escoltada por dos de los “aplaudidores” infaltables: el vicepresidente Amado Boudou y el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez. Cerca de ella, también se acomodó el flamante presidente provisional del Senado, el exgobernador radical de Santiago del Estero Gerardo Zamora. Pese al ostracismo al que el oficialismo condenó al vice por el caso Ciccone, Boudou no se separó ni un minuto de su compañera en el Ejecutivo.
Desde el Gabinete la acompañaron: el “chiquitito pero cumplidor” ministro de Economía, Axel Kicillof; el titular de Interior y Transporte, Florencio Randazzo; el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; el canciller Héctor Timerman; el ministro de Planificación, Julio De Vido; el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli y su vice, Gabriel Mariotto; el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri; el titular del AFSCA, Martín Sabbatella; el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; el titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, y el diputado nacional y dirigente de la Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque, entre otros.
En tanto, la oposición asistió casi completa, pese a que minutos antes de que se diera inicio a la asamblea, Elisa Carrió y Fernando Pino Solanas -que encabezan el bloque UNEN- decidieran no participar de la jornada. Sin embargo, Martín Lousteau, integrante también de UNEN, decidió alejarse de la decisión de su bloque y sí concurrió al Congreso.
Otro de los ausentes fue el gobernador de Tucumán, José Alperovich, quien también realizaba la apertura de sesiones legislativas en su provincia. A pesar de que durante su discurso elogió a la Presidenta de la Nación, el faltazo se da una vez que la Presidenta apartara a su esposa, Beatriz Rojkés, de la presidencia provisional del Senado.
