Anoche el Senado aprobó la reforma previsional y fiscal por amplia mayoría y la derivó a la Cámara baja. Para lograr un acuerdo político que garantizara la sanción de las leyes, el oficialismo debió pactar con los gobernadores quienes bajaron la orden a los legisladores para que votaran a favor de las medidas.
Con un peronismo fragmentado, el presidente del bloque justicialista, Miguel Ángel Pichetto, mostró su malestar al haber votado a favor de las iniciativas: "Estas tres leyes formaron parte del acuerdo (del Gobierno y 23 gobernadores), que nadie se haga el distraído porque dentro estaba la cláusula previsional. Nos toca la ingrata tarea de votar esta ley porque acompañamos a los gobernadores".
"Está todo vinculado, nadie fue sorprendido ni le pusieron un arma en la cabeza. Todos sabían lo que firmaban. Vienen a gritarle a los senadores que son entregadores, que están en contra de los jubilados. Este proyecto es del Gobierno, ¿está claro?", planteó el legislador.
Luego recordó la reforma que hizo el gobierno de la Alianza, cuando Fernando de la Rúa estaba en la Casa Rosada y Domingo Cavallo estaba como ministro de Economía. "Esas medidas de ajusto profundizaron la crisis", aseveró.