En otros tiempos, hubiese sido escandaloso. Hoy, apenas parece una anécdota. Desde la familia presidencial a varios gobernadores tienen intereses en hoteles con ubicación estratégica. Pese a las fortunas que giran alrededor de estos emprendimientos, ningún fiscal parece decidido a investigar un sector que está relacionado con dinero mal habido o blanqueo de capitales.
Un ejemplo a seguir. Néstor y Cristina Kirchner amasaron su fortuna comprando bienes raíces a lo largo de los últimos 30 años. Entre 1977 y 1982 adquirieron una decena de propiedades cuando ejercían la abogacía en Santa Cruz. Pero además, y más allá de sus numerosas casas y departamentos, los Kirchner han sabido como nadie explotar la belleza turística de El Calafate, donde tienen su propio hotel boutique "Casa Los Sauces", con tarifas que alcanzan los 700 dólares por día (desayuno incluido). El matrimonio K invirtió en la construcción del hotel, según datos provistos por el ex presidente a la Oficina Anticorrupción, alrededor de 8 millones pesos.
Si de lujo se trata, el emprendimiento hotelero de Néstor y Cristina tiene habitaciones de 40m2, todas únicas: con mobiliario diferente, ninguna pintada del mismo color. Además de ofrecer la "mejor comida de la Patagonia", el exclusivo cinco estrellas pone a disposición de sus visitantes un spa. Hace poco el hotel reabrió sus puertas tras una remodelación y ampliación para la temporada 2008-2009. Es más, según pudo saber Perfil.com, un alto funcionario de Presidencia fue muy insistente a la hora de llamar a un proveedor para ver si los radiadores importados desde Italia llegaban a tiempo para la reapertura.
A tono con el ejemplo presidencial, el ultra-kirchnerista José Alperovich también es dueño de un hotel familiar: El República, ubicado en pleno centro de San Miguel de Tucumán. Propiedad del grupo empresario León Alperovich S.A., El República (un tres estrellas superior) es modesto pero cuenta con 58 habitaciones, 2 salones de conferencias, un salón de Directorio para reuniones, uno de Congresos y uno de Fiestas.
Cataratas de lujo. En Misiones, el radical K Maurice Closs, que durante el conflicto del campo se alineó de lleno con el kirchnerismo pero hoy coquetea mediante terceros con el cobismo, tiene junto a su familia un lujosísimo hotel cinco estrellas: el Amerian Portal Iguazú. Con una inversión que superó los 10 millones de dólares, está ubicado frente a la unión de los ríos Paraná e Iguazú, sobre el hito Tres Fronteras de Iguazú. Un punto nodal del turismo en las adyacencias del Parque Nacional Cataratas, cuyos servicios turísticos son controlados en un 95% por la firma Petrovalle S.A., propiedad de la familia Closs.
¿Las comodidades? Cuenta con 102 habitaciones, algunas con jacuzzi, y en todas las habitaciones televisores de LCD de 32 pulgadas, conexión wifi, mini bar y servicio las 24 horas. Además, el estilo del diseño mezcla lo moderno y lo autóctono, y cuenta con una piscina exterior con cascada y una pileta interior climatizada. Lo que se dice un imán para el turismo que visita la zona. Para completar el combo, la modelo top misionera Ingrid Grudke condujo la inauguración.
Sin embargo, no sólo es patrimonio del oficialismo mezclar el poder político, con los hoteles propios y la explotación turística. También representantes históricos -y no tanto- de la oposición tienen "intereses hoteleros" .
Vea la galería de imágenes de los hoteles del poder político argentino.
(*) Redactor de Perfil.com