Delegados de la línea C del subte porteño interrumpieron hoy el servicio entre las 16 y las 17, después de que un gremialista denunciara que fue golpeado y amenazado tras radicar una demanda contra jerárquicos de la concesionaria Metrovías.
Se trata de una acusación contra jefes y gerentes de la empresa, junto a funcionarios del Instituto de Viviendas de la Ciudad (IVC) y a un puntero político del PRO. De acuerdo a la denuncia, el dirigente ofreció planes de vivienda a 150 trabajadores del subte sobre terrenos que ya estaban adjudicados.
La demanda fue presentada la semana pasada ante la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional de la Capital por el legislador oficialista José Cruz Campagnoli y rubricada por el secretario general de Metrodelegados, Roberto Pianelli y otros gremialistas de la entidad.
En el escrito, los denunciantes afiraron que "desde fines del 2014, cientos de trabajadores y trabajadoras del subte recibieron la oferta de adquirir inmuebles y firmaron documentos de preadjudicación, con firmas apócrifas, de viviendas construidas por el Instituto de Viviendas de la Ciudad (IVC)", a cambio de un depósito inicial de entre 70 a 150 mil pesos.
"Pese a que nadie recibió la vivienda prometida, la estafa alcanzaría a 350 trabajadores y llegaría a los 35 millones de pesos", advirtió el legislador, según consignó Página/12.
Al día siguiente de elevar la iniciar la demanda en sede judicial, uno de los delegados denunció que durante la madrugada fue interceptado por un auto, le apuntaron con un arma, lo golpearon y le obligaron a enviarle un mensaje al titular de los metrodelegados. “Basta Pianelli”, le hicieron escribir, según denunció el sindicalista Ariel De la Torre a distintos medios. "El apriete fue realizado por alguien de arriba, un profesional", remató.