Después de la última y escandalosa sesión en el Senado, y tras una semana de acusaciones cruzadas, la modificación de la ley del impuesto al cheque no será tratada por Diputados y deberá volver a la Cámara Alta.
El anuncio lo hará hoy el presidente de la Cámara de Diputados, el kirchnerista Eduardo Fellner, en medio de la sesión especial en la que se debatirá la ley que regula los decretos de necesidad y urgencia, y en sintonía con el pedido de la Casa Rosada.
La reforma al impuesto al cheque se debatió la semana pasada en una maratónica sesión en el Senado. La oposición logro aprobar los cambios -que le quitan dinero al tesoro nacional para transferirlo a las provincias- con 35 votos a favor y 32 en contra. Pero el kirchnerismo argumentó que la votación fue inconstitucional porque la carta magna establece que las reformas a las leyes impositivos requieren una mayoría especial de 37 votos, un tema que fue debatido por abogados constitucionalistas.
Durante la última semana, Fellner evitó definir qué haría con el proyecto de ley en Diputados, para no irritar a los bloques opositores. Pero ayer el presidente de la Cámara Baja recibió una llamada de Cristina Kirchner (de viaje por Venezuela), quien lo habría instado a rechazar la reforma y devolver el proyecto de ley al Senado.
"Fellner nos había pedido bajar los decibeles, por eso pidió tiempo hasta el jueves, pero por lo visto a él no le dejan bajar los decibeles", afirmó el radical Rubén Lanceta al canal de noticias TN. Y aseguró: "Podrán dilatar el tratamiento de la ley del cheque pero no podrán impedirlo".
Fellner argumentará el rechazo al proyecto de ley con un antecedente de 1998, cuando el menemista Alberto Pierri devolvió al Senado la Ley de Financiamiento Educativo por no contar con la mayoría especial de votos. Sin embargo, en ese entonces, la Cámara Alta consiguió los votos necesarios y el proyecto fue aprobado. Además, según señaló la diputada Patricia Bullrich, en aquella ocasión Pierri tenía el respaldo de todos los bloques.
Presiones. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, salió a desmentir las supuestas presiones sobre el presidente de la Cámara de Diputados para que rechace la reforma. "Fellner es un hombre de estatura política muy grande, que no necesita que nadie le diga qué tiene que hacer, ni que lo presionen, porque él sabe lo que tiene que hacer", sentenció.