Una primera lectura de las declaraciones de la Presidenta en relación al adelantamiento de las elecciones legislativas - que pasarían de octubre a junio, si lo aprueba el Congreso, - le daría la razón a Cristina Fernández de Kirchner: "Tenemos que hacer un esfuerzo para superar diferencias estériles y debates inútiles". Aunque -salvedad mediante-, un debate electoral no es algo inútil.
El argumento que utilizó la Presidenta es lo que cualquier hijo de vecino opina cuando ve a los funcionarios más preocupados por los resultados electorales que por llevar adelante su gestión. Lo hemos oído hasta el cansancio: "¡Que se dejen de hacer campaña y se pongan a laburar!".
Ahora bien, ¿por qué Cristina Fernández de Kirchner decidió tan inesperadamente adelantar las elecciones? Por una simple razón: evitar que los resultados en los distritos que ya lo habían anunciado -la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Santa Fe- le den otro golpe electoral al Gobierno, luego del que ya recibió Néstor Kirchner en Catamarca.
Históricamente, la Capital Federal fue un distrito opositor al Gobierno nacional. El ex Jefe de Gabinete, Alberto Fernández, retó a los porteños por “votar y pensar como una isla en el país” cuando Cristina perdió ante Elisa Carrió en la Ciudad las presidenciales de 2007. La provincia de Santa Fe, en manos del socialista Hermes Binner, acentuó sus diferencias con el Ejecutivo nacional desde que se desató el conflicto con el campo. Incluso el santafesino Carlos Reutemann dejó el bloque kirchnerista y desató una sangría en el Congreso. El matrimonio presidencial no ignora estos detalles.
Históricamente, la Capital Federal fue un distrito opositor al Gobierno nacional. El ex Jefe de Gabinete, Alberto Fernández, retó a los porteños por “votar y pensar como una isla en el país” cuando Cristina perdió ante Elisa Carrió en la Ciudad las presidenciales de 2007. La provincia de Santa Fe, en manos del socialista Hermes Binner, acentuó sus diferencias con el Ejecutivo nacional desde que se desató el conflicto con el campo. Incluso el santafesino Carlos Reutemann dejó el bloque kirchnerista y desató una sangría en el Congreso. El matrimonio presidencial no ignora estos detalles.
Si adelantan las elecciones, éstas serían compartidas con el resto de los distritos. Si sufren un urnazo anti K en junio, los resultados condicionaría el sufragio en octubre. El Gobierno utiliza un argumento popular para justificar una jugada política. Una nueva falacia K.
Editor de Perfil.com.