La Justicia procesó a los hijos del ex ministro de Justicia menemista Raúl Granillo Ocampo, quien se encamina al juicio oral por supuesto enriquecimiento ilícito, por entender que los jóvenes habrían sido parte de una maniobra para ocultar bienes de su padre.
En el año 2005 la Cámara Federal porteña había confirmado el procesamiento de Granillo Ocampo por enriquecimiento ilícito y le ordenó al juez Norberto Oyarbide investigar como imputados a sus hijos, Raúl Enrique, Victoria y Lucas Granillo Ocampo, que habían sido sobreseídos en una primera instancia.
A raíz de esa instrucción, la causa siguió adelante, los jóvenes quedaron procesados y ahora la Sala II de la Cámara Federal confirmó la medida. La Sala II de la Cámara Federal, con la integración de los magistrados Eduardo Farah, Horacio Cattani y Martín Irurzun, entendió que ni una donación ni los supuestos ahorros propios de los jóvenes alcanzan para probar que hayan obtenido una suma parecida a la que se les atribuye.
"No pueden tenerse a esta altura como veraces esas justificaciones teniendo en cuenta la edad y los sueldos que los procesados dijeron haber percibido en los años previos a las compras de los bienes", indicaron fuentes judiciales.
La principal prueba contra los hijos de Granillo son tres departamentos ubicados en la calle Libertad 1651 de Capital Federal, que según las fuentes figuran a nombre de los tres hijos del ex funcionario por un monto total de 587.820 dólares. La acusación que dio origen a esta causa se inició por casualidad, en el marco del juicio oral por enriquecimiento ilícito a la ex polifuncionaria María Julia Alsogaray, cuando un ex colaborador de Granillo confirmó los sobresueldos que se pagaban en la gestión menemista y relató cómo retiraba cada mes 50 mil pesos de la Jefatura de Gabinete para su jefe.
Granillo Ocampo fue titular del Partido Justicialista porteño en 1998, ocupó en la gestión de Carlos Menem la embajada en los Estados Unidos, luego fue secretario del área Legal y Técnica y más tarde ministro de Justicia. Granillo Ocampo negó ante la Justicia haberse enriquecido de manera ilegal o desproporcionada durante su paso por la función pública, pero no convenció a los magistrados.
Según las pruebas en su contra, en 1991 el ex funcionario tenía 148.309,75 dólares, pero tres años después contaba con 878.430,12 y en 1995 había logrado sumar 2.692.414,69 dólares. Así, la Cámara avanzó sobre Granillo y consideró "prematuro" el sobreseimiento sobre los hijos de Granillo dictado en el 2005, a raíz de lo cual ordenó investigarlos en esta causa.
Fuente: DYN