Los principales proyectos de ley que impulsa la oposición y están en discusión en el Congreso nacional tendrían, de concretarse, un impacto fiscal total de casi $ 70 mil millones y generarían un déficit presupuestario para este año de unos $ 44.500 millones.
La carrera hacia las elecciones presidenciales de 2011 en un contexto de crecimiento económico, que el consenso de las consultoras económicas ubica en el 7% para este año, provocó que la oposición abandonara sus críticas al gasto público en manos del oficialismo y se lanzara a discutir medidas que requieren un mayor uso de recursos, que implican menor recaudación y, sobre todo, la pérdida del manejo discrecional de los objetivos del gasto.
“Hoy la palabra ajuste está no sólo fuera del diccionario del Gobierno, sino también de la oposición”, se reflexiona en un informe del Estudio Bein y Asociados que analiza el impacto de esas medidas. Y más allá de las opiniones de los economistas, lo inédito es que en la actualidad es el oficialismo el que acusa a la oposición de fogonear el gasto, luego de siete años de que las críticas fueran en dirección contraria.
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