Dick Morris es asesor político y fue quien aconsejó al entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, cuando estalló el escándalo sexual con Mónica Lewinsky, también recordado como el "sexgate". ¿Qué es lo que dice el experto en campañas electorales para casos como el del "pornofuncionario"?
En su libro El nuevo príncipe aconseja para estos casos "decir la verdad". "La clave para limitar el daño de un escándalo es no mentir. Rara vez el escándalo lo atrapa a uno; las mentiras sí lo hacen. Una mentira lleva a otra y pronto lo que era una incomodidad bordea una obstrucción criminal de la justicia".
El asesor de Clinton reveló cómo manejó el escándalo político y sexual más grande de Estados Unidos. "Cuando el escándalo Lewinsky estalló en la prensa, el presidente me llamó para pedirme consejo. Lo insté a considerar decir la verdad, citándole cómo Nixon se había cavado la propia tumba acumulando una falsedad y un encubrimiento sobre otro". Para Morris, los resultados terminaron de confirmar una teoría: "el público perdonaría el sexo pero no el perjurio".
El experto en comunicación política que también manejó los primeros spots del ex presidente argentino Fernando De la Rúa, agrega que decir la verdad implica "coraje" para "admitir la culpa, aceptando la responsabilidad".
Morris está seguro de que la gente "no está dispuesta a destronar a una figura pública sólo porque se supone que una rígida línea ha sido cruzada y una ley transgredida". Según el asesor estadounidense, en su país "a ningún presidente y a muy pocos gobernadores, senadores o representantes se les ha negado la reelección" como castigo.
Por último, señala que muchas veces la "operación" de opositores puede volverse en su contra. Hay que determinar, dice Morris, si el grado de escándalo que se vive en la sociedad es igual al de los opositores. Si la reacción de los adversarios es exagerada, es probable que los votantes "vean al acusador como culpable de (una) actitud partidaria y de albergar un rencor personal".