Quien observe las internas del radicalismo hoy se preguntará si se trata del mismo partido que hace menos de un año obtuvo apenas el 16.88% en las elecciones nacionales, a través de un acuerdo con Roberto Lavagna y el titular de la UCR Gerardo Morales, y que cuatro años antes había tenido un desempeño catastrófico.
Es que el voto "no positivo" del vicepresidente Julio Cobos al proyecto oficial de retenciones móviles pateó el tablero y cambió el escenario. Para las próximas elecciones legislativas de 2009, la oposición se fortaleció y espera un fracaso del kirchnerismo. Por eso, la Unión Cívica Radical (UCR) busca recuperar dirigentes de alto perfil: entre ellos, el mismo Cobos, Ricardo López Murhpy y hasta Elisa Carrió, además de los que hoy integran otros partidos.
"Ya lo he dicho y lo repito: la UCR necesita de una reorganización con una camada de nuevos dirigentes que se sumen a aquellos que están actualmente en la estructura partidaria y los que están distanciados, incluso con referentes como Carrió y López Murphy", afirmó a la agencia DyN Oscar Aguad, jefe de bloque del radicalismo en la cámara de diputados.
Frente a este aperturismo total se ubica Raúl Alfonsín, que con 81 años sigue siendo un referente en el radicalismo. El ex Presidente quiere que vuelvan casi todos los hijos pródigos: Julio Cobos, los radicales que partieron al PRO de Macri, los de la Coalición Cívica, del socialismo, de Recrear e incluso a Ricardo López Murphy, a quien recibió en su departamento de barrio norte hace quince días. "Todos menos Lilita" dijeron sobre Elisa Carrió en el entorno del alfonsinismo, según el diario El Cronista Comercial.
Este reclamo para "que vuelvan todos" tiene un problema para Julio Cobos, el retorno más codiciado: fue expulsado del centenario partido "de por vida" al integrar la lista del Frente Para la Victoria el año pasado. Cobos "no puede volver al radicalismo siendo vicepresidente de un Gobierno que cuestionamos", sostuvo el senador jujeño y actual presidente de la UCR Gerardo Morales, que también aclaró, no obstante, que podrá volver al terminar su mandato.
"Quiero que el radicalismo se defina, renueve y levante las intervenciones", reclamó el mismo Cobos, más interesado en volver a la UCR -no con la frente marchita, sino como triunfador y referente- que en mantenerse en la coalición que le dio su puesto y en apoyar un Gobierno que ve desacreditado. Con él coinciden quienes piden una amnistía general para todos los dirigentes expulsados.
Algunos van un poco más allá: “no es necesario recurrir a amnistías ni pedir permiso para fortalecer al radicalismo”, afirmó el gobernador de Corrientes, Arturo Colombi, al diario El Litoral . Quienes esperan el fortalecimiento del radicalismo prefieren olvidar los viejos rencores.
"Parece ser que ninguno estaba en contra del ingeniero Cobos, porque hasta hace poco tiempo atrás todos lo criticaban y ahora parece que es el salvador de la República”, dijo el vicepresidente de la UCR Capital Federal, Marcelo Montero, al sitio de noticias Impulso Baires. Montero es uno de los que pregonaba una apertura y reincorporación de dirigentes desde hace meses, por lo que aclaró que “lo que digo es para los oportunistas de turno que bien sabe el vicepresidente quienes son".
Cobos "nunca dejó de ser radical y en cada nota, entrevista o programa dice que nunca se fue, que siempre fue radical y que a él lo expulsaron del radicalismo", argumentó Montero, y completó: "Si bien es el radical de mejor imagen que ya supera hasta a los encuestadores más proclives al Gobierno, ahora tenemos que trabajar para juntar al radicalismo detrás de una figura que hace tiempo esperábamos”.