Mientras Martín Lousteau sigue en Washington embalando y preparando su regreso al ruedo electoral en la Ciudad de Buenos Aires, en la UCR va creciendo una interna que amenaza con profundizarse a medida que se acerque el plazo para presentar las listas. Y dos figuras de peso dentro del centenario partido aparecen hoy enfrentadas: el siempre enigmático Enrique “Coti” Nosiglia y el ministro sin cartera Ernesto Sanz, que fueron aliados internos en la decisión de construir Cambiemos.
Esa fractura quedó expuesta esta semana, luego de que un grupo de dirigentes de la Ciudad lanzara un espacio denominado “Radicales en Cambiemos”. El orador principal fue Sanz, y estuvo organizado, entre otros, por Jesús Rodríguez y Facundo Suárez Lastra, cercanos al mendocino. “Fue un llamado de atención frente a lo que vemos como una actitud divisionista”, explican en su entorno. Y describen: “Están tomando decisiones pensando en 2019 y más a futuro todavía, cuando tenemos un gobierno que fue asediado en el último mes”.
Las críticas están dirigidas no sólo a Lousteau, sino también a Nosiglia y a Emiliano Yacobitti, titular de la UCR porteña, que son los armadores del ya ex embajador en Estados Unidos. Fue el propio Nosiglia quien durante una cena esta semana planteó la estrategia que desde ese espacio vienen planteando en reuniones privadas: quieren que Lousteau sea la carta del radicalismo para tener una alternativa dentro de Cambiemos y disputarle el poder al PRO. Son muchos los radicales que, en todo el país, temen que el partido de Mauricio Macri termine avanzando cada vez más posiciones y les quite poder de fuego (que hoy es su peso territorial).
Por eso, Yacobitti y Nosiglia insisten en que Lousteau tiene que competir en esta elección, ya sea en primarias contra Carrió (algo que tanto el PRO como la propia Lilita ya se encargaron de rechazar) o por afuera. “Si quieren que haya Cambiemos en la Ciudad, tiene que ser con el radicalismo adentro”, explican desde la conducción partidaria. Y ésa es la discusión que se viene. El Gobierno planea usar el nombre de Cambiemos en la campaña, pero los radicales aseguran que sin la presencia de la UCR en el frente no pueden usarlo. Será otro motivo de discusión para cuando sea el momento de inscribir las alianzas. Es un debate que va más allá del marketing político. Apenas conocida la decisión de Lilita de competir por la Ciudad, sus militantes difundieron en las redes sociales el hashtag #CambiandoConCarrió.
El espacio referenciado en Sanz busca mostrar a un sector del radicalismo jugando en consonancia con el Gobierno. “Queremos estar en una lista que exprese Cambiemos”, sostienen. Es que la situación porteña puede tener consecuencias en otros armados, como por ejemplo la provincia de Buenos Aires, donde la decisión definitiva sobre las listas la tendrán Macri y María Eugenia Vidal.
Mientras tanto, el jueves Lousteau se despidió de la embajada en Washington. Aprovechó un evento por el Día Mundial del Malbec para despedirse de los empleados de la sede diplomática, y también envió una carta de despedida a otros embajadores y amigos.