El juez Daniel Rafecas está en plena campaña de presentación de su libro Historia de la Solución Final, sobre el exterminio de los judíos europeos. Pero al mismo tiempo corre con la responsabilidad de estar a cargo de la causa que más inquieta al Gobierno, en particular al vicepresidente Amado Boudou: la que investiga si hubo tráfico de influencias para beneficiar a la imprenta Ciccone.
El jueves a la tarde, en la Biblioteca Nacional, hizo una exposición sobre su reciente publicación, y al terminar aceptó conversar a grabador abierto con PERFIL sobre ese tema (ver recuadro), pero también sobre el Boudougate.
—¿Qué pasó con la declaración testimonial de Laura Muñoz quien no podría haber testificado en contra del marido como lo establece el Código Penal? ¿Eso es factible que se aplique en esta causa, o quedó desechado por otras pruebas que aparecieron?
—No, finalmente la causa avanzó y el fiscal avanza. Además, se hizo lugar a todas las medidas que el fiscal (Carlos) Rívolo me pidió, y todas esas medidas están fundamentadas en otras pruebas y no en lo de Laura Muñoz, para poder evitar cualquier problema de nulidad. El fiscal también advierte que es una cuestión contraria a derecho.
—¿Eso quiere decir que se presentaron otras denuncias de otras personas?
—No, eso quiere decir que hay otros elementos de juicio independientes y otra denuncia como la del señor (Jorge Orlando) Pacífico, que desde febrero que está iniciada y con el mismo hecho, con lo cual la causa sigue evitando la cuestión de la nulidad. La verdad es que más allá de la cuestión de nulidad, la señora Muñoz no sabe nada, porque ella estuvo en pareja hasta 2009, y ella misma en la declaración dice: “Yo de Ciccone me enteré por los diarios”. Lo que ella sabía era de antes, es decir ella dice: “Mi marido me dijo que empezará a trabajar con Núñez Carmona, que a su vez es socio y amigo de Boudou”. Pero ella sabe lo sabe a través del marido, que a su vez se lo muestra a Nuñez Carmona, pero ella misma dice que nunca vio a Boudou, ni habló con Boudou, ni escuchó que se haya reunido. Con lo cual estamos más o menos en lo que dicen Núñez Carmona y Vandenbroele.
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