Tras la revelación de PERFIL sobre los contactos secretos que vienen manteniendo Mauricio Macri y Daniel Scioli para evitar una agresión entre ambos que los desgaste, el precandidato a jefe de Gobierno por el PRO, Horacio Rodríguez Larreta, explicó ayer que le parece “raro” plantear la existencia de “un acuerdo”. Sin embargo, no negó los estrechos vínculos que mantienen los presidenciables ni los contactos para evitar los “golpes bajos” en campaña.
Larreta advirtió que “con las muchas diferencias” que su espacio tiene con el kirchnerismo se hace complicado pensar en que el líder del PRO y el gobernador bonaerense se hayan puesto de acuerdo. “Nosotros tenemos muchas diferencias con el gobierno nacional, por eso estamos proponiendo un cambio; entonces, hablar de acuerdo me parece raro”, dijo.
PERFIL contó en su edición de ayer que existe un vínculo privilegiado y personal entre los dos principales candidatos a presidente: hablan sin intermediarios, y desde fines del año pasado acordaron no criticarse “debajo de la línea”, esto es, con temas sensibles.
En rigor, no se trata de un pacto sino de una conveniencia mutua: a ambos les sirve, según explicaron en sus equipos de campaña, que Massa quede fuera de carrera. Fue, de hecho, un intendente massista el que reveló un supuesto mensaje de texto de Scioli a Macri en el que le planteaba que se negara a incorporar al Frente Renovador.
En este contexto, a pesar de tener temas sensibles en común del área metropolitana, en los últimos dos años no ha habido mayores conflictos entre ambos mandatarios.
De hecho, en el último, por los rellenos sanitarios de la Ceamse (empresa compartida por Ciudad y Provincia) y la disposición final de la basura, el sciolismo había amenazado con ir a la Justicia, y un diálogo entre Macri y Scioli disolvió la cuestión. Los funcionarios porteños y bonaerenses, en todas sus líneas, mantienen vínculos abiertos.
Por caso, el “sheriff” bonaerense Alejandro Granados tiene diálogo con su par, Guillermo Montenegro, en lo que refiere a operativos y prevención en las fronteras entre ambos distritos. La misma situación se da en el área educativa: Esteban Bullrich y Nora de Lucía suelen hablar semanalmente y han destrabado, en silencio, conflictos con becas o vacantes en ambos distritos.
En todos los casos, cuando se suscitan los conflictos los funcionarios tienen orden de intentar mantenerlos en reserva. Es más: cuando hay reuniones en la sede del Banco Provincia del centro porteño, a metros de Plaza de Mayo, los sciolistas se cuidan de que no haya filtraciones para evitar enojos en la Casa Rosada.
