Encerrado entre cuatro paredes y con mucha rosca de por medio. Así paso buena parte de la tarde el jefe de la bancada de Diputados del Frente para la Victoria, Hector Recalde, quien se reunió con diferentes sectores opositores al gobierno con vistas a la sesión del miércoles en la Cámara Baja, donde se tratará el proyecto de la ley anti despidos.
Recalde se acercó hasta el despacho de su par en el Senado, Miguel Angel Pichetto, quien según comentaron a Perfil.com fuentes cercanas al padre del extitular de Aerolíneas tendría asegurado los votos en caso de que la propuesta deba volver a la Cámara Alta la semana próxima. "Lo importante acá es el tiempo, que no se empiece a correr una semana para un lado, otra semana para otro y que los despidos paren a hora".
Fuentes del entorno de Pichetto dijeron a este medio, por su parte, que respetará la decisión de Diputados y que "hay que esperar que se expida para que ante la eventualidad de la vuelta al Senado de la iniciativa con modificaciones sea analizada". En tanto, insistieron en que el jefe del bloque de Senadores "no puede hablar por más de los dos tercios de los senadores que en su momento votaron la ley antidespidos y que por eso se hace imperativo aguardar la decisión de Diputados".
Por otra parte, Recalde mantuvo reuniones con Pablo Micheli y Hugo Yasky de la CTA y Sergio Massa, quien estuvo acompañado por Graciela Camaño. Yasky fue contactado por este medio y dijo que luego de la reunión tanto él como Micheli se fueron "convencidos de que mañana se dará un paso más de acercamiento a la ley". El sindicalista dijo que tienen un compromiso asumido de que aunque la ley sea modificada y obtenga media sanción mañana, se termine aprobando la próxima semana en el Senado. Al ser consultado sobre un posible veto del poder ejecutivo, fue claro y aseveró que el 29 de abril, en la marcha por el día del trabajador asumió "un compromiso ante 300 mil personas y que ese acto hubiese sido una miniatura ante un posible veto por parte del Presidente". "Sería una burla a todas las centrales sindicales", concluyó Yazky.
Mañana comenzará la sesión ordinaria con más incognitas que certezas, pero desde los distintos arcos opositores confían en que aunque tenga matices, se le dará media sanción o se aprobará, en caso de no sufrir modificaciones por parte de UNA, una ley que prohiba los despidos por 180 días.