POLITICA

Sanguchitos y empanadas, catering de fin de ciclo en el búnker K

La oferta culinaria fue mucho más escasa que la de elecciones anteriores. Galería de fotos

Atrás quedaron las comidas de octubre de 2011 en salón Miró del hotel Intercontinental, cuando los militantes y funcionarios podían degustar platos fríos y calientes.
| Cedoc

"Si hay pobreza, que no se note" es un refrán popular que no aplicaron en el búnker del Frente Para la Victoria. Mientras esperaban los resultados de las elecciones, que arrojaron una derrota por más de 13 puntos en la provincia de Buenos Aires, el kirchnerismo ofreció un catering mucho más escaso que en comicios anteriores.

Atrás quedaron las comidas de octubre de 2011 en salón Miró del hotel Intercontinental, cuando los militantes y funcionarios podían degustar platos fríos y calientes, carnes, pastas, ensaladas y postres. Ni hablar del bandejeo con carnes grilladas y fiambres variados de las PASO.

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Esta vez, los asistentes al centro oficialista, en el hotel NH Tango del microcentro, tuvieron que conformarse con sanguchitos y empanadas. El cátering fue acorde a la presencia: pocos militantes y algunos funcionarios nacionales acompañaron a Martín Insaurralde, Juan Cabandié y Daniel Filmus en la espera de los resultados. La cantidad de participantes rondaba las 500 personas.