Entre los dirigentes de la Unión Cívica Radical hay una sola cosa que está quedando en clara: el único impedimento que existe actualmente para sumar a Sergio Massa en el armado bonaerense es Mauricio Macri.
En el entorno de Ernesto Sanz se muestran convencidos de que sumarlo al líder del Frente Renovador como candidato a gobernador es la mejor estrategia para darle mayor solidez al frente que conforman con el macrismo y la Coalición Cívica. El precandidato a presidente del radicalismo ya se lo transmitió a su par del PRO –tienen diálogos telefónicos casi a diario–, pero sigue recibiendo negativas como respuesta. “Es lógico que siga confiando en Durán Barba, lo aconseja hace diez años y no le fue nada mal”, se lamentan.
Sanz mostró a lo largo de los últimos meses una postura cambiante respecto a la posibilidad de sumar a Massa al espacio. En un primer momento, expresó que el radicalismo se tenía que ampliar a otros espacios más allá de UNEN y no ponía límites; antes de la Convención de Gualeguaychú, cerró el cerco en Macri, generando rispideces con Gerardo Morales, entre otros. Ahora, vuelve a mostrarse contemplativo, aunque en su equipo explican que al ser algo provincial está en sintonía con lo votado por la Convención, que habilitaba ampliar la alianza cuando lo ameritaban las necesidades distritales.
Ayer, el mendocino llevó su campaña a su provincia. Primero, estuvo en la localidad de Las Heras, acompañando al candidato a intendente, y luego, en la Universidad de Cuyo, donde presentó su libro Apuntes de trabajo. En dos semanas hay elecciones allí, donde los radicales son favoritos.