Jorge Sapag aseguró que La Cámpora está "comprando un relato" sobre la represión ocurrida la semana pasada en Neuquén que "no es el veraz", y volvió a desmentir que la policía provincial utilizara balas de plomo.
"Están haciendo declaraciones en base a un relato que no es el veraz, están basándolo en que hubo balas de plomo y no hubo balas de plomo", remarcó el gobernador neuquino, y agregó que desde la agrupación kirchnerista "parece que hubieran querido un muerto".
El funcionario provincial sostuvo que lo expresado en un comunicado del grupo juvenil "corre por cuenta de La Cámpora, que no forma parte de mi partido, yo soy del Movimiento Popular Neuquino".
El jueves pasado, la policía de Neuquén se enfrentó con manifestantes que protestaban contra un acuerdo entre el estado provincial, YPF y Chevron para explotar hidrocarburos en los yacimientos de Loma Campana y Vaca Muerta. El enfrentamiento dejó al menos 25 heridos del lado de los movilizados, quienes, según la policía, atacaban con piedras y bombas molotov el edificio de la Legislatura.
Entre las víctimas se encuentra el docente Rodrigo Barreiro, que recibió una herida de bala en el pecho. El gobernador aseguró que dicha agresión partió desde las mismas columnas de la protesta. Tanto La Cámpora como el CELS repudiaron la represión, mientras que la Casa Rosada criticó a "la ultra derecha e izquierda".
"Está descartado que haya sido una bala de plomo" la que hirió a Barreiro, sino que se trató "de una esfera cilíndrica de metal" del estilo de las que se usan en las armas caseras o "tumberas", reiteró Sapag en diálogo con FM Rock and Pop. Y agregó que el proyectil "no provino de un arma policial porque (el docente) se encontraba a 300 metros de la Legislatura", donde estaba el grupo de policías que dispersó a los manifestantes, advirtió.
El gobernador garantizó que los uniformados "no fueron con balas de plomo" porque él mismo ordenó que así lo hicieran. Pero cuando se le preguntó si habían sido los manifestantes quienes hirieron al joven sostuvo: "No estoy diciendo eso". También sostuvo que los violentos fueron "130 encapuchados" a quienes vinculó con "el MAS y el Partido Socialista de los Trabajadores".
"Había dos alternativas: defender las instituciones de la democracia o dejarlos pasar y que prendieran fuego la Legislatura", concluyó Sapag