POLITICA

Se cumplen 35 años de los secuestros en la Iglesia de la Santa Cruz

El 8 de diciembre de 1977 fue secuestrado un grupo de Madres de Plaza de Mayo y dos monjas francesas. El papel de Alfredo Astiz

Durante 1977 el grupo que se reunía en la iglesia de la calle Estados Unidos se convirtió en uno de los frentes de resistencias más activos contra la dictadura.
| Cedoc

El 8 de diciembre de 1977, un grupo de tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), encabezado porAlfredo Astiz, secuestró y desapareció a once personas en la Iglesia de la Santa Cruz, que hasta entonces servía como punto de encuentro para familiares de desaparecidos y organizaciones defensoras de los derechos humanos en el barrio porteño de Boedo.

Entre los desaparecidos se encontraban Esther Careaga, Mary Bianco, Alice Domon, Angela Auad, Patricia Oviedo, Raquel Bulit y Gabriel Horane. Como parte mismo operativo, en diferentes horarios, los militares también secuestraron a Remo Berardo, Julio Fondovila y Horacio Elbert.

A instancias del párroco de la Iglesia de la Santa Cruz, Mateo Perdía, integrante de la Comunidad Pasionista, durante 1977 el grupo que se reunía en la iglesia de la calle Estados Unidos se convirtió en uno de los frentes de resistencias más activos contra la dictadura.

María del Rosario Cerruti, una de las madres de Plaza de Mayo línea fundadora, contó a Página/12 en 2004 que “unos meses después del secuestro de las monjas francesas y de familiares de la iglesia, llegó al país la madre superiora de la congregación francesa de las Hermanas de las Misiones Extranjeras, a la que pertenecían las hermanas detenidas-desaparecidas”.

En ese momento, “el cónsul de Francia me citó como testigo de ese hecho. En esa reunión comenté que me había impresionado un joven que caminaba desde la esquina donde está la entrada de la iglesia hasta la puerta de la casa parroquial, donde estábamos hablando la hermana Alice Domon, Mary Ponce y yo. Cuando era la hora de retirarnos, Alice ingresó a la iglesia y salió Esther Careaga con otra madre, diciendo que tenían el dinero de la solicitada. Detrás íbamos Mary Ponce y yo, cuando veo que un hombre arrastra a Esther hacia los coches estacionados y otro hombre en mangas de camisa se la lleva a Mary y me tira contra la pared gritando ‘Sigan, esto es un operativo por drogas’. Beatriz Neuhaus y Quita Chidichimo, dos Madres, venían detrás. El ‘Chacal’ Astiz señaló a las personas que sin duda fueron las más destacadas en una lucha que, a pesar de no haber alcanzado la justicia, logró el repudio general a los militares asesinos”.

Astiz estaba al tanto de las reuniones del grupo de familiares ya que había conseguido infiltrarse (y al mismo tiempo ganarse la confianza de los asistentes) con el seudónimo Gustavo Niño.

Dos días después de los secuestros, el 10 de diciembre de 1977, Madres de Plaza de Mayo logró publicar una solicitada en el diario La Nación. Ese mismo día, militares secuestraría a Azucena De Vincenti y la religiosa franco-argentina Leonie Duquet en la provincia de Buenos Aires.