El ex capitán del ejército Alfredo Marcó, de 66 años, acusado de ser un cruel interrogador durante la represión ilegal de la pasada dictadura, se suicidó en su vivienda de La Rioja.
Ayer a la mañana, el personal de la policía fue alertado sobre el hallazgo de un hombre sin vida encontrado en una residencia en la zona de La Qubrada. El ex militar se quitó la vida 48 horas antes de que sean exhumados los restos del obispo Enrique Angelelli, cuya muerte fue adelantada por Marcó a detenidos poco antes de producirse, según consta en el libro "Nunca Más" de la CONADEP.
De acuerdo con el informe policial presentado al diario El Independiente Digital, el ex militar se encontraba tirado en su cama con un disparo en la sien producido por un revólver calibre 38. Fueron los mismos familiares de Marcó quienes escucharon el disparo.
Marcó tienía el grado de capitán del golpe militar del año 1976 y estaba subordonado al teniente Goenaga. En el año 1984 fue denunciado en un informe de la Comisión de los Derechos Humanos de 1984 como uno de los principales “interrogadores” de los presos políticos junto con los oficiales Goenaga, Moliné, Malagamba, y los policías Juan Carlos "Bruja" Romero, Enrique "Quito" Moreno y un tal "Cabezón" Córdoba.
Luego se supo que se desempeñó como efectivo en una empresa de seguridad privada.