El secretario de Seguridad, Sergio Berni, arribó ayer a Rosario, ciudad que el Gobierno reforzó con el envío de unos 2.000 efectivos de Gendarmería y Prefectura y 150 vehículos, y advirtió que no permitirán que "las fuerzas policiales extorsionen al poder político".
Atento a la preocupante serie de reclamos salariales y autoacuartelamientos de los policías provinciales, Berni buscó marcárles la cancha: "No se pueden repetir las escenas que vimos, no podemos permitir que las fuerzas policiales extorsionen al poder político, librando a los ciudadanos a su buena suerte", remarcó Berni, en clara alusión a los saqueos en la provincia de Córdoba.
En medio de un tenso conflicto salarial que mantiene la policía santafesina, el funcionario dijo que con el envío de los efectivos procuran "llevar seguridad y tranquilidad" a la ciudadanía y completó que trabajarán en forma conjunta con la provincia. En ese sentido conformaron junto al gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, un Comité de Crisis, desde el que se coordinarán políticas de seguridad.
"Hemos venido con más de dos mil hombres con equipamiento y elementos para estar en una hora en la calle", destacó Berni en declaraciones brindadas a la prensa luego de su reunión con Bonfatti.